1. Aprender a Ser

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El termino personalidad procede etimológicamente de la palabra latina persona que se refiere a las máscaras que los actores utilizaban en las representaciones teatrales. Cada máscara se asociaba con un tipo de carácter, por lo que el pueblo ya se iba preparando para el papel que cada personaje iba a representar. Hasta la edad media en que la palabra persona adquiere su significado actual de identidad propia, lo que hoy entendemos por personalidad quedaba recogido en conceptos como razón, psique, o ser humano.

Si se busca actualmente el significado de la palabra personalidad en el diccionario de la Real Academia Española, encontramos las siguientes definiciones.

  • Diferencia individual que constituye a cada persona y la distingue de otra.
  • Conjunto de características o cualidades originales que destacan en algunas personas.
  • Persona de relieve, que destaca en una actividad o en un ambiente social.
  • Inclinación o aversión que se tienen a una persona, con preferencia o exclusión delas demás.
  • Dicho o escrito que se contrae a determinadas personas, en ofensa o perjuicio de las mismas.
  • Aptitud legal para intervenir en un negocio o para comparecer en juicio.
  • Representación legal y bastante con que alguien intervienen en él.
  • Conjunto de cualidades que constituyen a la persona o sujeto inteligente.

Las aceptaciones más aproximadas a su uso en esta asignatura serian la primera, en la que se enfatiza que la personalidad es lo que constituye a una persona y la distingue de otra, y la última, en la que se sugiere que lo que constituye a una persona, su personalidad, vienen dada por un conjunto de cualidades.

En ocasiones parece que todos actuamos como psicólogos de la personalidad: Observamos a las personas, desarrollamos teorías tratando de explicar porque las personas se comportan como lo hacen y porque se diferencian unas de otras, y hacemos predicciones sobre la conducta que se manifestara en una determinada situación a partir de estas observaciones y teorías. Lo que hace diferente al psicólogo de la personalidad profesional del amateur es que el primero, como científico, debe proponer modelos teóricos basados en evidencias sistemáticas y científicamente contrastadas, que partan de una definición clara y operativa de los términos que utiliza; mientras que el amateur puede aceptar en su vida diaria teorías, que le permiten reintentar los hechos si éstos no se ajustan a sus creencias previas (Pervin, 1993).

La frase de Burham "todo el mundo sabe lo que es personalidad, pero nadie puede expresarlo con palabras", resume uno de los primeros problemas que nos encontramos cuando intentamos dar una definición científica de personalidad: hay casi tantas definiciones como autores han escrito sobre la misma. No vamos a tratar las distintas definiciones utilizadas sino que nos vamos a centrar en aquellos aspectos que entendemos deben estar presentes en un adecuado entendimiento de la personalidad. (Podemos consultar al respecto los trabajos de Pinillos, 1975; Bermúdez, 1985; o Pérez García y Bermúdez, 2003). Sólo con una lectura de estos elementos de tan enorme relevancia para predecir, explicar y entender la conducta, nos es fácil imaginar el enorme reto que los psicólogos de la personalidad deben afrontar y que de alguna manera justificaría los numerosos modelos teóricos y la ingente investigación que este campo ha generado en sus aproximadamente 75 años de existencia formal.


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