1.3. Características del lenguaje científico (objetividad, universalidad y verificabilidad).

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A continuación se definen algunas características del lenguaje científico:

Objetividad:

Toda investigación debe estar basada en datos reales. La ciencia busca un lenguaje de carácter expositivo que persigue la objetividad; por ello, entre otras características formales de este metalenguaje, las voces usadas en estos mensajes son monosemicas, para reproducir lo más fielmente, sin confusiones perturbadoras, la observación y el análisis del fenómeno, procesos u objetos.

Universalidad:

Los investigadores científicos, a la hora de hacer públicos sus resultados, pretenden que sus descubrimientos y tesis alcancen la mayor difusión. Consecuentemente se hace necesario un lenguaje común. Solo se necesita traducir el significante, pero no el significado.

Verificabilidad:

La ciencia, tiene entre sus objetivos, la demostración de los saberes, necesita que sus investigaciones, y los resultados de ellas derivados aporten pruebas suficientes para justificar su veracidad.

Coherencia:

El carácter universal de este lenguaje, determina que cuando se emplean al principio de un texto unos términos con un significado o con un valor definido, han de mantenerse con esos valores semánticos hasta el final del discurso, para conseguir la precisión y no la vaguedad de significados, y la claridad, tan peculiares de estos mensajes.

Denotación:

Expresa el significado de las palabras, sin mezcla de nota cualitativa alguna. La significación de los vocablos científicos es denotativa. Consta de un vocabulario inmóvil, sin posibilidad de traslado de su significado.

Arbitrariedad:

Consiste en la inexistencia de una relación de necesidad entre el significante y el significado. Va entre comillas. Razones naturales.

Función lingüística:

La función esencial de estos mensajes es la simbólica o referencial. La explicación de la continua y abundante producción de términos y conceptos científicos se apoya en la función metalingüística, que empleara la lengua para definirlos.

Formalización:

Este es un rasgo del que no todos los textos científicos participan. El lenguaje científico usa la misma gramática que el lenguaje común, lleva a su extremo la univocidad del lenguaje en el caso de la formalización del lenguaje de las matemáticas, donde se establece, por medio de las formulas un intento de exactitud, en el que no se permite la ambigüedad.

La formalización científica, genera terminologías, con significado designativo, con una definición explicita.

En esta terminología, las relaciones de los signos científicos son de exclusividad: epiglotis excluye a todos los demás términos de la anatomía, mientras que en el lenguaje común hombre incluye a mujer.

Adecuación y elegancia:

El rigor, la precisión y la coherencia de los elementos lingüísticos, no supone que los textos científicos hayan de tener un estilo seco. El escritor de este tipo de textos debe tener la preocupación de que sus mensajes posean la adecuación y el cuidado formal que exige la norma, para que estos no solo estén animados por el deseo de comunicarse, sino por el dominio elegante de la redacción.


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