1.2. Técnicas de redacción (coherencia, cohesión concordancia, párrafo, conectores, claridad, sencillez y precisión).

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El objetivo de una investigación científica es la publicación del trabajo realizado. La única manera de verificar los nuevos conocimientos científicos es poner en conocimiento de la comunidad los resultados del trabajo científico realizado, a través de su publicación, para comprobar si los resultados mostrados son reproducibles o no. Un buen científico debe por tanto ser también un buen comunicador. Una mala redacción de un buen trabajo puede impedir su publicación. Por desgracia, los investigadores científicos en general, suelen otorgar poca importancia a los aspectos de comunicación durante su formación.

Existen varias formas de divulgar la información científica:

  • En congresos;
  • Con tesis doctorales, de maestría o de licenciatura;
  • En revistas científicas.

La característica fundamental de un texto científico debe ser la claridad. Un trabajo científico resulta inútil si no es bien entendido por los lectores. Las palabras utilizadas deben ser sencillas, si es posible. El científico no busca lucirse con su redacción, ni pretende deslumbrar a nadie. Sin embargo, esta redacción debe ser correcta, y por ello todo investigador debe conocer bien el lenguaje.

Para los autores que pretendan publicar en revistas extranjeras y se presenta la barrera del idioma, es aconsejable, si no se domina esta lengua, asesorarse con buenos traductores profesionales especializados.

Existen, ciertos principios que conviene observar en la redacción: la claridad, la unidad y la primacía.

Claridad: la información que se quiera comunicar debe estar ordenada de la manera en que más fácil resulte su comprensión.

Unidad: las partes en que se divide el informe deben estar coordinadas entre sí de manera lógica, formando una unidad.

Primacía: tener cuidado de organizar los puntos que desean tratar de forma que aquellos que se consideren más relevantes queden lo suficientemente resaltados.

Otras técnicas que se deben tomar en cuenta son: coherencia, cohesión, concordancia, párrafo, conectores, sencillez y precisión, las cuales de describen a continuación.

Coherencia: Establece la información permanente que se ha podido comunicar y cómo se ha de hacer (en qué orden, con qué grado de precisión o detalle con qué estructura, etc).

Aspectos que incluyen la coherencia textual.

1. Cantidad de Información.

    ¿Cuál es la información pertinente o relevante para cada tipo de texto?
    ¿Se dicen todos los datos que se deben decir, no hay exceso de información (repetición, redundancia, datos irrelevantes, etc.) ni defecto (lagunas en el significado, exceso de presuposición o datos implícitos que el receptor no domina)?

2. Calidad de la información.

    ¿Es buena la información del texto?
    ¿Las ideas son claras y comprensibles, se exponen de forma completa, progresiva y ordenada, con ejemplos apropiados, la terminología específica y las formulaciones precisas?
    ¿O por el contrario se detectan ideas oscuras, falta de concreción, enunciados demasiados teóricos o genéricos?

3. Estructura de la información.

    ¿Cómo se organiza la información de un texto?
    ¿Los datos se estructuran lógicamente según un orden determinado (cronológico, espacial, etc.)?
    ¿Cada idea se desarrolla en un párrafo o en una unidad independiente?
    ¿Hay una introducción inicial y un resumen final?

Cohesión:

Para que un texto sea cohesivo es necesario vincular entre sí las oraciones mediante los elementos que marcan las relaciones semánticas. La cohesión permite apreciar en conjunto las oraciones, por eso, se dice que es una relación interelacional que permite que las oraciones se organicen en un texto.

Un texto no es la suma de las oraciones que lo componen, sino el producto de relaciones transfrásticas (entre oraciones) que se instauran en él.

Conectores:

Dentro de los principales conectores se encuentran:

  • Adición: Y, además, encima, de igual forma.
  • Advertencia: Mira, oye, ¡eh1, ¡cuidado!
  • Corrección: Bueno, o sea, mejor dicho, rectificando.
  • Cierre discursivo: En fin, por fin, por último.
  • Comienzo: Bueno, bien, Hombre, ¡Sí?
  • Conclusión: En fin, bueno, a fin de cuentas
  • Ejemplificación: Por ejemplo, pongo por caso, como, tal como.
  • Explicación: Es decir, esto es, a saber
  • Intensificación: Es más, más aún, máxime

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