Taller de Liderazgo

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1 Comunicación

1.1 Aprender a hablar y escribir correctamente

Expresarse y comunicarse

Expresarse mediante la palabra, verbal o escrita, es utilizar este tipo concreto de lenguaje para exteriorizar lo que se siente y lo que se piensa. No quiere esto decir que sea la palabra el único instrumento de expresión, pero para nuestros efectos hemos de referirnos siempre al lenguaje como único vehículo normal y como el más universal que existe, sobre todo después que los avances tecnológicos nos han traído los medios de interrelación con las masas, como son la radio y la televisión.

La expresión, incluso la expresión correcta, no se agota en sí misma, es decir, no es necesario expresarse bien por el solo placer que ello nos proporcione, sino que lo queremos y necesitamos para comunicarnos mejor con los demás. Como ya tendremos ocasión de advertir en el curso de esta obra, comunicarse es más complejo que expresarse. De ahí que una expresión correcta puede no producir una comunicación correcta, o dicho de otro modo, es necesaria una correcta expresión para una buena comunicación, pero no es bastante.

El lenguaje -dice Rafael Seco- es el gran instrumento de comunicación de que dispone la humanidad, íntimamente te ligado a la civilización, hasta tal punto, que se ha llegado a discutir si fue el lenguaje el que nació de la sociedad, o fue la sociedad la que nació del lenguaje.

Todo el mundo sabe que el que se expresa con mayor claridad y precisión, es; dueño de recursos poderosos para abrirse camino en el trato con sus semejantes. El arte de hablar o de escribir es el arte de persuadir.

Importancia actual de la comunicación

En un mundo en que la necesidad de la relación se manifiesta a través de todos los niveles y en las actividades más diversas, el tema de la comunicación ha adquirido extraordinario relieve.

La vida de los hombres en sociedad se puede esquematizar por la multitud de las relaciones que vincula a unos con los otros. En esa variedad de relaciones a que aludimos hay que observar dos aspectos fundamentales: saber transmitir las ideas y saber hacerse comprender por los demás.

Elementos de la comunicación

Los elementos que integran la comunicación, cualquiera que sea la naturaleza de ésta, son los siguientes:

    1. Emisor: El que dirige la acción por medio de la palabra.
    2. Receptor: El que responde al diálogo, lo enriquece y lo aplica.
    3. Mensaje: El conjunto de ideas o tema del que se dice algo.
    4. Código: Sistema de signos, señales y reglas verbales, no verbales y visuales, comunes al emisor y al receptor
    5. Canal: Es el instrumento, método, técnica, estrategia o práctica que se emplea para presentar, integrar, discutir, crear, evaluar o solucionar temas comunes.
    6. Contexto: Son las circunstancias históricas, culturales, éticas, científicas, recreativas o similares en las .que se da el mensaje.
    7. Retroalimentación: Es la interacción pragmática entre el emisor y el receptor que permite conocer el alcance, efectividad y asimilación del conocimiento.
    8. Ruido: Son los factores externos o problemas circunstanciales que afectan a los anteriores elementos.

Tan esencial es que la comunicación contenga todos estos elementos, que falta texto, la causa hay que buscarla en deficiencias imputables a cualquiera de ellos.

La habilidad de quien comunica, como en el caso de los líderes o dirigentes, no consiste solamente en dar órdenes al amparo de la autoridad que se ostente, sino en poner a los destinatarios del mensaje en condiciones de aceptarlas o cumplirlas, más por la convicción y el razonamiento, que por la jerarquía de quien las emite. Para que esto se logre, es preciso controlar continuamente los elementos de comunicación, conociendo ante todo a los destinatarios de las comunicaciones transmitidas, previendo y valorando las reacciones de éstos, para estar seguros no solamente de que el mensaje será comprendido, sino que mediante él se promoverá la acción deseada.

Simplificando cuanto es posible este proceso, cabe decir que la buena comunicación supone que un emisor, empleando correctamente unas técnicas de expresión adecuadas, transmite un mensaje claro, preciso y ordenado a uno o varios receptores o destinatarios, que captan normalmente y sin necesidad de es- falta texto gracias a la acertada utilización por parte de todos de un código común, previamente seleccionado, y en virtud también del correcto funcionamiento del adecuado canal, a través del cual se ha deslizado el mensaje.

Hablar y escribir correctamente

Hablar y escribir son habilidades básicas y necesarias con las que cuenta la mayor parte de las personas. Implica mucho más que poner en papel lo primero que se nos viene en mente.

Al hablar y escribir correctamente se debe de comunicar. Comunicar en este contexto se refiere a:

Entrar en relación con lo demás.

Intercambiar puntos de vista, ideas, sentimientos, sensaciones.

Los pensamientos se transforman en letras, palabras y estas en frases, oraciones, ideas claras que transmitan y generen eso que queremos externar. Hablar y escribir correctamente Es cuestión de:

  • Práctica
  • Empeño
  • Dedicación
  • Búsqueda y necesidad de comunicar, transmitir.
  • Deseo de mejorar a cada momento.

Es estructurar el pensamiento de tal forma que las palabras y letras digan claramente lo que deseamos y pensamos.

Principios para la práctica.

Para escribir trata de hacerlo con claridad, sin querer impresionar con palabras o frases poco conocidas; escribe de forma sencilla y directa.

"no hay que darle mil vueltas al asunto, muchas veces poco y claro es mejor"

Para hablar: no permitir que la palabra le gane al pensamiento, sino que este le organice antes que salga, escuchar antes de hablar, ser breve, modular la velocidad, el tono, etc.

"El resto tiene que ver con lo que proyecta el cuerpo, la seguridad el apoyo de los gestos, de los movimientos, de la vista, etc"

Tomar en cuenta lo siguiente:

Estas dos habilidades del ser humano se relacionan de manera estrecha con la lectura.

Fonética: es el conjunto de sonidos de un idioma y es, en definitiva, lo que ayuda en algunos casos a saber cómo escribir ciertas palabras.

Ortografía: parte de la gramática que nos enseña la forma correcta de escribir las palabras para que todo lo escrito sea comprendido con facilidad por cualquier persona que lo lea.

Análisis sintáctico: escribir o hablar correctamente no significa solo no cometer errores de ortografía sino estructurar bien las frases, saber quién está ejecutando la acción, como lo hace, en qué circunstancias. Si no sabemos quién es el sujeto difícilmente podremos dar sus características.

Para comunicarnos mejor hay que aprender a escribir correctamente.

1.2 Como iniciar conversaciones, como comunicarse ante una audiencia

Cómo iniciar una conversación

Si es usted como muchos tímidos que hemos conocido, el aprender a mantener una conversación una vez ha logrado iniciarla representa para usted un problema. A veces, una persona se abstiene de iniciar una conversación precisamente a causa de esto, y no por qué no sepa cómo empezarla. Pero el aprender todos los trucos para mantener una conversación es algo que requiere práctica, y eso es exactamente lo que usted va a tener que hacer si quiere adquirir confianza en este terreno. Las personas que parecen tener una capacidad «natural» para mantener animada una conversación no nacieron así. Sin darse cuenta, viendo hablar a los demás, asumiendo pequeños riesgos al principio, y a fuerza de pruebas y errores, han llegado gradualmente a encontrar un estilo adecuado a su personalidad, un estilo que pueden usar con facilidad y confianza.

Recuerde que la manera exacta en que debe usted iniciar una conversación depende del contexto: la situación material (el trabajo, actividades de los ratos de ocio, la iglesia, el autobús o una reunión informal), la hora del día (el desayuno, el almuerzo, la hora del café, la salida del trabajo, un día laborable, el fin de semana) y de la persona en cuestión (hombre, mujer, irás joven, de la misma edad o mayor que uno, un subordinado, un colega, un superior, una persona soltera, comprometida, casada, divorciada). Afortunadamente, existen algunas constantes y ciertos elementos sociales invariables que facilitan la tarea de decidir qué hay que decir y hacer. Por ejemplo, el tipo de persona que podría usted encontrar en una discoteca un jueves por la tarde es muy diferente de la que podría conocer en un salón de té elegante o en una biblioteca pública. Pero, si usted es tímido, puede que le falte la experiencia para saber cuáles son esas diferencias.

Existen varias maneras en que pueden comenzar tas relaciones sociales. Usted puede ser presentado a alguien, o puede abordar usted mismo a esa persona. Quizá abordará usted a alguien expresándole claramente sus motivos, o se valdrá de un pretexto. También puede usted hacerle a la persona una pregunta referente a una actividad o tarea común. Decirle, por ejemplo: "Hola... ¿Verdad que tú vives en la calle tal, enfrente de mi casa? [Pausa para la respuesta del otro.] ¿Sabrías por casualidad por dónde pasa el autobús?". Aun cuando su pregunta haya sido respondida, quedará abierta la puerta para una relación más in formal y comunicativa.

Esta inhabitual forma de iniciar una relación debería reservarse para los grupos donde la franqueza y la sinceridad no amenazan a otras personas, y donde la persona que hace la petición no se siente rechazada si la otra le responde: "Gracias, eres muy amable, pero tengo el tiempo justo para ir al lavabo y correr a tomar el autobús. Podríamos dejarlo para otro momento, quizá para mañana. ¿Qué te parece?". Este tipo de conversaciones directas, francas y sin compromiso dependen más de sus protagonistas que de la peculiaridad de cada contexto social. Pero lo que importa es que existen demasiados grupos en los que la gente reacciona con suspicacia, inquietud y a veces resentimiento ante este tipo de peticiones. En consecuencia, la decisión de utilizar este modo de iniciar relaciones sociales debería basarse en una previsión de las reacciones que podría suscitar en el otro. Los elementos sociales que en un grupo son estables pueden no ser tácticas útiles ni válidas en otro grupo.

En todas estas frases introductorias, es importante esperar a que la persona a la que usted se dirige haya terminado de hablar con los demás y pueda atender a lo que usted le dice. También es importante esperar a obtener la atención de dicha persona una vez ha pronunciado usted la primera frase, en vez de seguir diciendo apresuradamente lo que tenga usted pensado. Si es usted tímido, quizá suelte rápidamente lo que lleve preparado, sin, esperar a que la otra persona le mire. Las personas más capaces socialmente se sienten muy tranquilas, y se toman su tiempo; hacen pausas y esperan que se les envíen señales no verbales de aceptación antes de decir lo que tienen pensado. Intente imitarles y tomárselo con calma.

Estoy seguro de que usted habrá visto que algunas personas se arriesgan a abrir el fuego con una frase inicial y directa como la siguiente: «Hola. ¿Cómo estás? ¿Cómo te llamas?» La persona a la que se dirigen estas preguntas puede sentirse intimidada por esta audacia y deducir en el otro un cierto grado de arrogancia. A la mayoría de las personas no les agrada tener que enfrentarse a tanta seguridad. Incluso las personas físicamente atractivas fracasan a menudo cuando utilizan la arrogancia; lo que el otro supone inmediatamente es que se trata de alguien presuntuoso. A la gente no suele gustarle la presunción y la vanidad, pues siente que el tratar con una persona demasiado según de sí misma les coloca en una situación de desventaja; siente que tienen que competir y esforzarse por mantener el mismo nivel de seguridad de que hace gala el otro. La persona que no se presenta con demasiada decisión, sino que muestra un cierto grado de reticencia y vacilación al presentarse en público, suele ser mucho mejor recibida.

Por otra parte, las mujeres deberían comprender que, cuando los hombres se comportan de una manera audaz y autoritaria, ello se debe generalmente a razones defensivas. Algunos hombres creen que es mejor ser descorteses que ser rechazados después de haber sido corteses. En algunas ocasiones, muy pocas, cuando dos personas acaban de conocerse, se juega a «a ver quién es el mejor» o a «a ver quién puede asustar primero al otro» en un tono gracioso y divertido. Se intercambian una serie de bromas y tomaduras de pelo, y se juega a inofensivos «yo lo hago mejor que tú». Sin embargo, aunque estos juegos pueden ser agradables y cumplen la función de romper el hielo, casi nunca salen bien del todo, y debería usted evitarlos a no ser que esté dispuesto a correr grandes riesgos y que no tema el fracaso.

Como iniciar una conversación con cualquier persona

La gente sociable está siempre muy dispuesta a conocer personas nuevas (a conocerte a ti) y también los tímidos, solamente que a ellos se les hace más difícil, pero eso no significa que no se mueran de ganas por hablarte o hacerse amigos.

Para saber cómo iniciar una conversación con cualquier persona tenemos que saber cuáles son las características comunes y generales en todas las personas de tu edad o entorno en cual prefieres desenvolverte.

Algo común y característico es que la gente no quiere relacionarse con personas prepotentes ni presumidas. No tienes que ser este tipo de persona y para no serlo, es importantísimo tener una buena autoestima y también la energía mental es muy importante porque al fin y al cabo es lo que se transmite de ti.

Por eso debes tener un buen estado de ánimos y también esforzarte por estar relajado. Aunque reconozco que en un comienzo estar sereno es bastante difícil y al luchar contra eso solamente se acrecienta el nerviosismo.

Reconoce que los miedos que tienes son mal enfocados ya que no hay peligro alguno en conversar con gente nueva.

Diez consejos para convencer a la audiencia:

1. Se debe distinguir claramente el objetivo y la intención del mensaje que se va a dar: información, persuasión o ambas.

2. Distribuye el contenido de la presentación en tres partes bien diferenciadas: introducción, cuerpo y conclusión.

3. Limita el número de temas clave a siete o a menos por cada presentación. Una buena presentación exige organización, brevedad y un uso cuidado de la lengua.

4. Utiliza un lenguaje adecuado con el público y emplea sustantivos y verbos que doten de fuerza y dinamismo al texto. Evita la voz pasiva.

5. Expresa una idea en cada elemento utilizando frases cortas en lugar de oraciones compuestas.

6. Es recomendable ser creativo y sustituir palabras por ilustraciones. Una ilustración despierta el interés y transmite la información con mayor rapidez.

7. Utiliza gráficos, tablas y diagramas para que los datos puedan ser contrastados fácilmente.

8. En el momento de la presentación hay que dar la imagen de estar relajado y seguro, aunque se esté como un flan. Deberemos vocalizar con claridad y evitar hablar de forma entrecortada.

9. Es muy bueno tener un vaso de agua a mano para utilizarlo en caso de que se nos seque la boca, o simplemente para cuando necesitemos una excusa para pensar en la siguiente idea.

10. Nunca hay que admitir que se está nervioso y disculparse por ello. Si se nos olvida algo, lo mejor es seguir adelante y mencionarlo cuando lo recordemos.

1.3 Conocer a la gente por su lenguaje corporal

El lenguaje corporal, que no es más que todo lo que tú trasmites por medio de movimientos o gestos, delata completamente tus sentimientos o percepción acerca de la persona con la que está interactuando.

El cuerpo tiene su propio lenguaje, es un idioma mudo, pero tan expresivo que comunica más que las palabras, los expertos dicen que en una conversación el 65 por ciento de la comunicación se produce de forma no verbal, las palabras son el 35 por ciento restante, influyen más el tono y los matices que las palabras, estas pueden llegar a engañar pero los gestos corporales son delatores.

Las mujeres tienen una habilidad innata para percibir y descifrar señales no verbales, si ellas creen que las están mintiendo, sucede en realidad, mientras las palabras dicen una cosa, el lenguaje del cuerpo cuenta otra historia.

La intuición femenina no es un tópico sino el resultado de una mayor actividad del hemisferio derecho del cerebro, el encargado de las funciones intuitivas, lo que hace es reunir para comprender, mientras que el hemisferio izquierdo, el de la racionalidad, se para a analizar, merece la pena prestar atención a este código de señales.

El lenguaje de los gestos es muy revelador, es más fácil interpretarlos en personas jóvenes porque con el paso de los años los gestos de los adultos se vuelven más elaborados, fijarse en los niños, es una excelente forma de comenzar a aprender este alfabeto básico y te ayudará a saber lo que significan algunos de los gestos más habituales:

  • Cruzar los brazos: Denota una actitud defensiva.
  • Llevar la mano a la boca: Es decir una mentira.
  • Acariciarse la barbilla: Es evaluar y decidir.
  • Comerse las uñas: Autocontrol.
  • Ponerse los dedos en la boca: Denota necesidad de seguridad, nerviosismo
  • Una sonrisa falsa: Engaño, traición, deslealtad
  • Un lenguaje universal es la mirada de los ojos, si te miran a los tuyos fijamente: Denotan que no hay nada que esconder, es limpia la conversación, también denota dominio de la persona.
  • Si los ojos no sonríen y se muestran esquivos y La mirada es falsa: Denota engaño.
  • Cuando los pulgares asoman por el bolsillo: Expresan dominio y seguridad.

La armonía en la comunicación:

Es muy importante armonizar "lo que se dice", con "lo que se siente", con "lo que se expresa" y todo ello hacerlo muy consciente, mantener un equilibrio entre esos tres aspectos aumenta nuestras posibilidades de ser felices y de disfrutar de la vida. "Pensar una cosa", "decir lo contrario" y "expresar otra completamente diferente", nos atasca internamente, creando nudos emocionales que entorpecen el buen fluir de las relaciones.

La postura en una persona puede expresar muchas cosas según cual sea esta:

Cuando la persona con la que se está conversando adopta la postura de tener la cabeza mirando hacia nosotros pero el cuerpo y los pies apuntando hacia la salida o hacia otra persona. Esto quiere decir que indica dirección que la persona quiere tomar, entonces se debe dar fin a la conversación o hacer algo que interese al otro. También cuando el diálogo requiere de cierta intimidad el ángulo formado por los torsos de ambas personas es menor a 90 grados.

Tipos de postura:

  • Inclusiva-no inclusiva: Describe la manera en que los miembros de un grupo incluyen o no la gente.
  • De orientación frente a frente o paralela: Postura a través de la cual dos personas se relacionan cara a cara.
  • De congruencia-incongruencia: Se refiere a la capacidad de imitación de los miembros de un grupo.

Trucos

Usa tus ojos para hablar: Los ojos son las ventanas del alma. La persona que mira limpiamente a los ojos de otros es una persona segura, amistosa, madura y sincera. Sus ojos y su mirada pueden decir tanto porque expresan prácticamente todas las emociones: alegría, tristeza, inquietud, tensión, preocupación, estimación o respeto. Por sus ojos muchas veces se puede saber lo que está pensando. Por eso, constituyen una ayuda poderosa en la conversación.

El uso adecuado de las manos:Tus manos se pueden aprovechar muy bien para complementar tus palabras y dar mayor fuerza a tu conversación. No las utilices inútilmente y mucho menos para hacer cualquier cosa que distraiga a la otra persona. Tampoco las uses violentamente, palmoteando o pasándoselas casi en el rostro a la otra persona.

Cuidado con lo que tocas: Hay muchas personas que siempre están dando palmadas en la espalda o tocando a los otros en los brazos, como para llamar su atención. Es bueno demostrar cariño, pero también hay que guardar el debido respeto a los demás. Muéstralo no tocando a la otra persona innecesariamente. Hay quien se siente muy molesto si le tocan, ten cuidado. Pero tampoco hables o escuches con las manos metidas dentro de los bolsillos porque eso denota indiferencia y mala educación.

Gestos que denotan impaciencia o aburrimiento:La actitud física demuestra lo que el alma está sintiendo. Si alguien finge interés en una conversación, la otra persona se dará cuenta muy fácilmente por sus gestos y ademanes. Moverse nerviosamente o levantarse, cruzar y descruzar las piernas, moverse en el asiento o mirar constantemente el reloj demuestra aburrimiento y es una gran falta de respeto. Si tienes que mirar la hora, hazlo en el reloj de otro.

Aprender a sentarse: Aprende a sentarte tranquilo y comportarte cuando se escucha. Reparte equitativamente el peso de tu cuerpo para no cansarte mientas estás sentado conversando. Si te sientas en el borde de la silla, es indicativo que deseas irte tan pronto como sea posible.

Si cambias constantemente de posición, estás expresando a gritos que estás aburrido. Si mueves incesantemente los pies durante la conversación, tu interlocutor pensará que estás molesto, inseguro, irritado, nervioso, cansado o aburrido. Sitúate en una posición cómoda y descansada que te permita respirar mejor y manejar mejor tu voz.

Control de la mirada:Cuando estés hablando con alguien, no estés mirando a todos lados: a la ventana, al techo, al suelo o limpiando sus uñas. Tampoco mires morbosa y curiosamente los zapatos, pantalones, camisa o peinado del que habla. Mantén el contacto ocular, pero sin fijar en exceso la mirada: eso lo hacen los locos. De todas formas, si quieres fijar la mirada durante mucho tiempo en alguien sin cansarte psicológicamente, mira su entrecejo. Para el otro/a no hay diferencia.

Control de las expresiones del rostro:¡Sonríe! Intercalar sonrisas cálidas y francas en la conversación transmite confianza, alegría y buena disposición. Sin embargo, no exageres. Sonreír demasiado frecuentemente puede convertir el gesto en una especie de mueca y dar la impresión de que es algo hueco, vacío y fingido. Apretar exageradamente los labios puede delatar que tienes dudas o desconfianza acerca de lo que el otro está diciendo o sugerir que no estás expresando realmente lo que piensas o sientes.

Mostramos algunas interpretaciones del lenguaje corporal:

MIRADAS

  • Pestañear constantemente: Denota atención total.
  • Mirar a una persona con frecuencia: Tiene implicaciones sexuales.
  • No mirar a una persona: Sugiere rechazo (no me interesas, no me simpatizas).
  • Una mirada prolongada con la cara seria: Revela curiosidad, posiblemente hasta desprecio.
  • Las mujeres que miran hacia los lados: Es un gesto femenino casi siempre se interpreta como una insinuación sexual.
  • Cuando un hombre mira hacia los lados con cierta frecuencia: Es una señal de hipocresía.

TACTO

  • Tocar demasiado a una persona: Puede significar; un grado de alto egoísmo (nunca amor o deseo físico).
  • Los cónyuges que se tocan constantemente en público expresando amor: Es una manera de comunicar precisamente la inseguridad que amenaza esa relación.
  • Si los miembros de una pareja apenas se tocan o miran: La relación es bastante fría. Es posible que existan serias diferencias emocionales entre sí.
  • Si el hombre toca el área de los genitales: Es un gesto común en algunas culturas este denota una reafirmación masculina. Normalmente es de mala educación.

Como usar el lenguaje corporal en la negociación y entrevistas de trabajo.

En una negociación es fundamental cuidar todos los detalles y, como no podía ser de otra forma, también el lenguaje no verbal. Nuestro aspecto dice si somos respetuosos, considerados, egocéntricos o discretos.

Consejos de lenguaje corporal en una negociación:

  • Vaya impecable de los pies a la cabeza. Así muestra respeto y consideración hacia su locutor y manifiesta cómo se comporta usted consigo mismo.
  • Manténgase recto y erguido, no rígido, así emana confianza y seguridad en sí mismo.
  • Fíjese que su apretón de manos sea firme pero no fuerte. La firmeza transmite confianza y autonomía, mientras que el apretón débil refleja falta de seguridad.
  • Espere a que le inviten a sentarse, es señal de buenas maneras. Sentarse sin ser invitado denota arrogancia y mala educación.
  • Adopte una postura segura en el asiento. No se siente en el borde de la silla ya que dará una imagen de persona insegura y temerosa.
  • Permanezca tranquilo y transmita sosiego, autodisciplina y autodominio.
  • Sostenga un moderado contacto visual y no fije la vista en su interlocutor. Si habla ante un grupo mire regularmente a cada participante.
  • Sonría cuando quiera y pueda, si lo cree oportuno. Si piensa que no tiene motivo, trabaje su actitud mental y no su lenguaje corporal.
  • Guarde distancia, aproximadamente el largo de un brazo. Absténgase de confianzas como las palmaditas en el hombro, pueden ser mal recibidas aunque se hagan con la mejor intención.
  • Procure no darle la espalda a nadie.

La entrevista de trabajo es vital para conseguir el trabajo que estás buscando y por eso debes de prepararte de forma concienzuda.

Además de estar preparado para las preguntas del entrevistador, hay otro tipo de comunicación que se establece en una entrevista de trabajo y es la comunicación de nuestro lenguaje corporal. Básicamente es la imagen que vamos a proyectar al entrevistador.

Tener un lenguaje corporal adecuado es de vital importancia para tener éxito y aquí tienes 10 consejos para lograrlo:

1. Refuerza la primera impresión. La primera impresión es vital y para ello lo esencial en el lenguaje corporal es saber dar la mano en forma apropiada. Cuando des la mano mira a los ojos a su entrevistador y dibuja una sonrisa de empatía.

2. Usa tus ojos para comunicarte. El lenguaje corporal que proyectan tus ojos son esenciales, trata de mirar a tu entrevistador directamente a sus ojos pero sin incomodarlo, acuérdate que entre hombres una mirada fija a los ojos puede ser interpretado como una señal de agresión y una mirada de costado es interpretado como deshonestidad. Por eso tu mirada debe ser una mirada de empatía que proyecte entusiasmo, interés y humor.

3. Controla tu pelo. A nadie le gusta alguien que permanentemente esté acomodándose el pelo o que caiga constantemente sobre nuestra cara. Un buen corte de pelo es esencial días antes de la entrevista de trabajo y uno debe de presentarse a la misma con el pelo recogido si lo lleva largo.

4. Sonríe. La sonrisa es esencial en nuestro lenguaje corporal para mostrar simpatía. Advierte que solo digo sonreír y no estar riéndose de todo. Entrena en un espejo tu mejor sonrisa para que no se vea fingida.

5. Usa expresiones faciales positivas. Todo tu rostro sirve para que te comuniques con expresiones faciales de asombro o de duda o demás. Trata de ser positivo con tus expresiones faciales más allá del simple sonreír.

6. Proyecta confianza con la postura de tu cuerpo. Esto es vital y tal vez te hará recordar los consejos que te decían de sentarte derecho con la espalda recta. Pero además tu cabeza debe estar erguida y derecha y trata de sentarte un poco al borde de la silla para demostrarle interés a tu entrevistador. No se te ocurra recostarte hacia atrás de la silla.

7. Usa tus manos. Usa tus manos en forma apropiada para enfatizar cosas que puedas estar hablando pero no abuses que no estás haciendo un discurso político.

8. Evita (o controla) tus tics nerviosos. Es imposible no tener algo de nervios en una entrevista y a veces uno tiene algunos descuidos como jugar con un lapicero, jugar con los anillos, jugar con los dedos. Identifica esos tics y trate de controlarlos. Si juegas con los anillos o las joyas no las lleves ese día. Uno debe de proyectar una imagen de interés hacia el entrevistador y estar distraído en nuestros tics pueden mostrar lo contrario. Por supuesto, no mastiques chicle y entra con el teléfono móvil apagado.

9. Esconde tus piernas. Si eres mujer evita usar faldas es mejor ir con pantalón, el entrevistador debe estar focalizado en lo que tú le dices y no en tus piernas. Si debes de usar falda la regla es que debes de sentarte de tal manera que tus rodillas no sean vistas por el entrevistador. Si eres hombre evita cruzar las piernas dado que eso hará que te sientes un poco recostado hacia atrás y eso demuestra indiferencia.

10. Transmite dinamismo y simpatía con tu cuerpo. No te muestres conflictivo, acuérdate que el entrevistador busca a alguien que va a pasar horas en una oficina con otros compañeros de trabajo y que deben de llevarse todos bien.

A los negociadores no sólo se les debe juzgar por lo que dicen, sino por cómo lo dicen, su imagen (tipo de ropa y complementos) y comportamientos (posturas, miradas, expresión facial

1.4 Guiones, discursos y frases para decir en una Presentación

La palabra discurso, según el RAE (Diccionario de la Real Academia Española) tiene diversas acepciones, y muchas de ellas con significado completamente distinto. Nosotros definiremos la palabra discurso de la siguiente manera:

"Un discurso es toda sucesión de palabras, expresadas de forma oral, extensas o cortas, que sirva para expresar lo que discurrimos; debe ser adecuado, es decir, ordenado, acomodado y proporcionado para lo que se quiere, perfecto para el caso".

Otras definiciones

Razonamiento oral persuasivo de alguna extensión, dirigido a un público por una sola persona.

Es una discusión informal, realizada por un grupo de especialistas o "expertos", para analizar los diferentes aspectos de un tema, aclarar controversias o tratar de resolver problemas de su interés.

El término "discurso" proviene del latín "discurrere" que significa correr en todos los sentidos.

Desarrolla un tema de interés general.

El emisor está investido de autoridad.

Es un conjunto de enunciados orales o escritos que funcionan como una totalidad. Su finalidad es convencer o persuadir al auditorio.

Características

  • Es formal.
  • Debe llevar encabezamiento (saludo individual o colectivo en orden jerárquico).
  • El hablante requiere ser presentado por otro individuo.
  • General mente el expositor se mantiene en un solo lugar.
  • No deben utilizarse ayudas audiovisuales.
  • Los gestos deben ser muy significativos.

Clasificación de los discursos de acuerdo a la finalidad que persiguen:

Discurso argumentativo: se caracteriza por el razonamiento, a partir de opiniones generalmente aceptados, orientado a influir sobre un público determinado.

Discurso explicativo: consiste en facilitar, en forma clara y precisa, la comprensión de un texto o materia a partir de la información disponible.

Discurso informativo: Es la representación por medio del lenguaje de personas, objetos, ambientes o acciones. Puede ser objetiva o impresionista. Se dan a conocer las características necesarias para que el receptor pueda reconocer a la persona, el ambiente o acción descrito.

Organización del discurso

1. Redactarse con anterioridad. 2. Introducción debe reunir tres condiciones:

  • Captar la atención
  • Asegurar el favor y el respeto hacia el orador
  • Preparar el auditorio

Recomendaciones para un buen discurso

  • De acuerdo con la circunstancia el expositor puede iniciar su discurso:
  • Haciendo referencia al tema o a la ocasión.
  • Formulando una pregunta retórica.
  • Presentando una declaración sorprendente.
  • Citando una frase o el fragmento de un texto.
  • El desarrollo del discurso se realiza tratando de mantener el interés del público.
  • Para finalizar el discurso es necesario fijar la atención del auditorio en el tema central y el propósito del discurso.

Función del discurso

Existen tres funciones principalmente en un discurso:

A).- Entretener.

Busca en el auditorio una respuesta de agrado, diversión y complacernos. El propósito se basa en hacer olvidar la vida cotidiana con sus pequeños sucesos y sus apremios basados en el humor. Ofrece grandes ventajas, ya que el tema puede ser de libre elección.

B).- Informar.

Persigue la clara comprensión de un asunto, tema o idea que resuelva una incertidumbre. Su principal objetivo es de ayudar a los miembros del auditorio para que estos pretendan ampliar su campo de conocimiento. Su característica principal de este discurso es llevar a cabo la objetividad.

C).- Convencer.

Su función básica es influir a los oyentes acerca de verdades claras e indiscutibles que de poder ser probadas y comprobadas. Se ha de argumentar lo que se dice, y para ello será necesario hacer uso de elementos cognitivos y racionales.

El propósito del discurso El primer paso para la planeación del discurso es decidir la función de éste (explicado en el punto anterior). Cuando el orador quiere hablar en público necesita saber la razón por la cual quiere hacerlo. También debe saber qué es lo que quiere obtener del público. De esta forma podrá optimizar sus esfuerzos en la preparación del mensaje, para que de esta forma cada argumento, imagen y palabra contribuyan para lograr su objetivo.

Un discurso bien estructurado constará de: apertura, cuerpo y conclusión. O, más concretamente, con una fase de contacto o salutación que estimule al público a prestar atención; una fase informativa, donde fundamentar y demostrar con hechos y datos el contenido, sin divagaciones y manteniendo el interés; y una fase final o de apelación, realizada con exactitud y cuidado. Según un consejo de Winston Churchill, un buen discurso consiste en un comienzo interesante y un final con chispa: la distancia que media entre ambos debe mantenerse lo más corta posible. En definitiva, debe procurar tener unidad, coherencia y dar énfasis a las ideas que expone.

Formas de estructurar un discurso:

La estructura cronológica: no permite resaltar la importancia relativa de cada idea en función con las demás. Sin embargo, es la organización que más se adapta a un discurso cuando se describe un proceso paso a paso: antecedentes, presente, futuro...

La estructura temática o cualitativa: consiste en enumerar los puntos clave en orden decreciente de la charla, empezando por el más importante. No debemos olvidar que la audiencia está más alerta al principio de la charla. Tiene el inconveniente de dejar a los oyentes, al terminar, la sensación de no haber dicho nada importante. Resulta muy útil cuando los puntos principales están divididos en Grupos o categorías.

La estructura espacial: consiste en empezar la charla por un detalle e ir desarrollando la idea general. O, por el contrario, presentar el marco general y descender a los aspectos más puntuales o personales.

Estructura teoría/práctica: consiste en explicar una teoría que se demuestra a continuación. También se pueden relacionar los conocimientos prácticos que tiene la audiencia con las teorías que la sustentan para abordar, a continuación, temas menos conocidos. Una variante de esta estructura es la que se denomina de causa-efecto, que permite organizar la exposición en torno a las causas que la han provocado. Para dar más énfasis se puede organizar el discurso de forma que se hable del problema y, a continuación, de los posibles efectos.

Aspectos a considerar para la elaboración de un discurso.

La intención: el emisor puede tener diversas intenciones al emitir su mensaje (informar, convencer, exponer, lograr acuerdo o aprobación, etc.)

Propósito o finalidad: objetivo que se persigue a través del discurso público.

Organización de las ideas: éstas deben estar organizadas en orden de importancia.

Relación jerárquica emisor-receptor: La relación que se establece entre ambos es asimétrica.

Uso de la "enciclopedia" o conjunto de saberes: el emisor debe ser cuidadoso respecto de omitir aquellas informaciones que sean relevantes, evitando supuestos que puedan crear ambigüedad o confusión.

Cómo se inicia el discurso

Podemos comenzar con unas palabras de ritual Señoras (pausa) para calibrar la acústica. Mirar a nuestro alrededor y, cuando veamos que están atendiendo, comenzar con algún tópico que sea de especial interés o algo que acabemos de hacer. Si nos equivocamos al principio de la alocución, tendremos problemas para concluirla con éxito. Si comenzamos diciendo No quiero aburrirles volviendo a trillar el campo minuciosamente analizado por.... Con esta introducción, donde se maneja la metáfora y el tópico estamos informando al público de que lo que se avecina puede ser una perorata insoportable. Sí podemos empezar con frases como: Sabían Vds. que..., Es fundamental para nuestra empresa... etc...

La atención del público se debe captar al inicio de la charla y, aunque la audiencia sólo escucha a medias, será en este momento cuando evaluarán la energía mental que están dispuestos a dedicar al discurso.

Para captar la atención se puede seguir el esquema que Stuart denomina A, B, C, D.

A. Captar la ATENCIÓN TENCIÓN de la audiencia. B. Mostrar los BENEFICIOS o ventajas que obtendrán de escuchar. C. Explicar las CREDENCIALES, conocimientos o méritos que posee el orador para hablar sobre el tema. D. Exponer claramente cuál será la DIRECCIÓN o DESTINO de la charla y, en definitiva, cuál es el objetivo.

Esta es la forma más habitual y, a la vez, más comprometida, pues permite a la audiencia valorar desde el primer momento el interés que tiene lo que le un buen comienzo atención beneficios credenciales dirección van a contar. Algunas formas de captar la atención en el inicio de una charla son:

Formular preguntas. Procurando, eso sí, que no sean retorcidas o enmarañadas, que sean imposibles de contestar o que distraigan a la audiencia en aras de una respuesta complicada.

Hacer citas. Para lo que habría que evitar caer en la pedantería, la erudición excesiva o en la retahíla de citas más o menos afortunadas.

Contar anécdotas. Son muy útiles para introducir a la audiencia con facilidad y Rapidez en el tema objeto de la charla. Siempre que sea posible se deben emplear Anécdotas propias y, cuando sean tomadas de terceros, se pueden personalizar en la medida de lo posible o lo razonable.

Aperturas efectistas. Si bien pueden ser divertidas y preparar positivamente a la audiencia, obligan a estar muy seguros de lo que se hace y de que la audiencia va a captar todo el impacto de las palabras o gestos.

Presentar una serie de datos estadísticos sorprendentes que nos permita Interesar y captar la atención de la audiencia.

Comenzar con los antecedentes históricos. Bien entendido que no debe remontarnos a la prehistoria.

La noticia de actualidad puede ser un buen punto para el comienzo de una charla. Le podemos dar un tono práctico, que motive a la audiencia, rompa el hielo y pueda justificar lo que expondremos a continuación.

Mostrar puntos de contacto entre el orador y la audiencia.

Explicar el esquema de la conferencia. Lo lógico es que esté basado en una serie de puntos que sean fácilmente explicables.

Lo que no debemos hacer, en ningún caso, es preguntarnos la razón por la que estamos allí. O comenzar con un párrafo de disculpa sobre los defectos de la presentación, de las transparencias, de nuestras habilidades como orador o con alguna crítica a la organización. Tampoco es conveniente halagar al público en exceso o resaltar algún aspecto negativo relacionado con él.

Como finalizar un discurso

Un final logrado, pletórico, puede compensar en buena parte un discurso general mediocre. Un final malo destroza, sin embargo, el mejor de los discursos.

Es conveniente aprovechar las últimas palabras para reafirmar de forma positiva el mensaje. El final debe suponer la condensación, la consecuencia de todo lo que se ha dicho. La conclusión se debe sentir sin anunciarla. Por ello, es conveniente planificar adecuadamente esa conclusión. En cualquier caso habrá que advertir a la audiencia que llegamos al final de la presentación. No debemos olvidar que la mejor forma de hacer un buen discurso es terminarlo bien. Las formas más habituales de concluir son:

  • Con un resumen o una síntesis del contenido del discurso.
  • Con una petición a la audiencia para que hagan algo concreto o actúen en un determinado sentido.
  • Con una pregunta retórica, sin respuesta.
  • Con un nexo que permita enlazar con el principio de la charla
  • Con una cita o frase adecuada.
  • Con una anécdota.
  • Con alguna consecuencia que se desprenda del contenido del discurso.
  • Con alguna frase grata o que halague a la audiencia.
  • Con un giro humorístico que libere la tensión acumulada a lo largo de la presentación.

La última frase debe estar pronunciada de tal manera que la voz indique claramente que se llega al final. Algunas frases para concluir pueden ser:

  • «Mi tiempo se está acabando...»
  • «No quiero abundar más...»
  • «Creo que empiezan a cansarse...»
  • «Concluyo como empecé con mi agradecimiento a Vds...»
  • «Señoras y señores ha sido un placer estar con ustedes...»
  • «Quisiera expresarles mi reconocimiento por su amable atención...»

2 Liderazgo

2.1 El liderazgo

El liderazgo es el proceso de dirigir la conducta de otros hacia el alcance de algún objetivo. Dirigir, en este sentido, significa hacer que los individuos actúen de cierta manera o sigan un rumbo particular. Idealmente, este rumbo es coherente con factores como las políticas establecidas por la organización, el procedimiento y la descripción de las funciones. El tema central del liderazgo es lograr que se alcancen las cosas por medio de la gente.

El liderazgo es una de las cuatro principales actividades interdependientes del subsistema de influencia y lograr, en cierta medida, comunicándose con otros. Es importante que los gerentes tengan una comprensión profunda de lo que implica el liderazgo. El liderazgo siempre ha considerado un requisito previo para el éxito de una empresa. Hoy, dada la creciente capacidad de la tecnología mejorada de las comunicaciones y al auge de los negocios internacionales, el liderazgo es más importante que nunca.

El liderazgo tiene diferentes significados para diversos autores, así podemos definirlo por ejemplo, como la influencia, es decir el arte o proceso de influir sobre las personas para que se esfuercen voluntaria y entusiastamente para lograr las metas de grupo. En teoría se debe estimular a las personas para que desarrollen no sólo la disposición para trabajar sino también el deseo de hacerlo con celo y confianza.

El celo es ardor, ahínco e intensidad en la ejecución del trabajo; la confianza refleja experiencia y capacidad técnica. Los líderes ayudan al grupo a lograr sus objetivos mediante la utilización máxima de sus capacidades. No se quedan detrás del grupo empujándolo o estimulándolo, sino al frente del mismo. Facilitando su avance e inspirándolo para lograr las metas organizaciones.

Otra definición bien acertada, es la que considera el liderazgo como la influencia interpersonal ejercida en una situación y dirigida a través del proceso de comunicación humana a la consecución de uno o diversos objetivos específicos, de ahí que podemos decir que el liderazgo es encarado como un fenómeno social que ocurre exclusivamente en grupos sociales.

2.1.1 Papel del líder y Formación para líderes

El liderazgo ha existido siempre, de hecho ha estado inherente a la propia existencia del hombre y lo ha acompañado a lo largo de su historia.

Se puede definir liderazgo como la capacidad de promover el seguimiento voluntario de otras personas, casi siempre la iniciación de un cambio.

La misión de la sociología contemporánea subraya la importancia del papel que desempeña el poder que se le otorga y que ejerce el líder, o jefe sobre los subordinados, puesto que los grupos precisan jefes naturales, líderes que eliminen la confusión y la incertidumbre.

El papel del líder evoluciona paralelamente al desarrollo económico. Antiguamente el líder se basaba en la dirección patrimonial, en la cual, tanto la propiedad como los altos cargos directivos de la empresa eran controlados por los miembros de las familias, garantizando así un mínimo de fidelidad y de cooperación. A este tipo de dirección responde el líder tradicional, puesto que hereda el poder ya sea por la costumbre que ocupe un cargo destacado o porque pertenece a un grupo de familia.

La división del trabajo originó la dirección profesional en la que los puestos claves de una empresa son ocupados por personas que posean aptitudes y conocimientos técnicos. Este sistema viene determinado por la innovación y los grandes avances en las tecnologías, por lo que se requiere una alta calificación por parte de los directivos para llevar a cabo las diversas actividades especializadas.

A este factor se le une el desarrollo creativo del propio líder, que cada vez, cobra más importancia su participación en la empresa, ya que en los tiempos que corren las empresas requieren de verdaderos conductores, es decir, personas capaces de convocar a los demás frente a los grandes desafíos de estas, además deben tener gran eficiencia en su desempeño y capacidad de relación rápida y acertada ante las demandas del medio.

Un líder potencial es alguien que puede comprometerse con la gente con la que trabaja, a partir de una visión acertada de la situación actual y de las perspectivas futuras.

Los objetivos del líder deben ser claros, concisos y fruto de un largo período de modificación. Están basados en un nivel profesional, en ser eficaces con la máxima eficiencia posible y a nivel personal obtener el máximo grado de autorrealización, promovido por lograr la satisfacción y motivación de todos y cada uno de los miembros de la organización.

El liderazgo supone ante todo poder, poder que puede ser ejercido por los empresarios, los accionistas, los técnicos que dirigen la empresa.

Características personales de los lideres efectivos

Las características personales de los líderes son atributos relativamente estables que hacen única a cada persona, incluyendo sus rasgos físicos, sociales y psicológicos. Una persona puede cambiar algunas de sus características personales pero no es fácil hacerlo. Tomados en conjunto, las características personales, pero no es fácil hacerlo. Tomadas en conjunto, las características personales, por lo general, producen un comportamiento bastante predecible a lo largo del tiempo y en varias situaciones. Las características personales también crean imágenes en las mentes de otras personas y algunas de estas imágenes concuerdan con el estereotipo de un líder efectivo.

En años recientes, el término inteligencia emocional ha recibido mucha atención para describir las características personales de los individuos efectivos, en especial los que asumen papeles de liderazgo. La inteligencia emocional es un conjunto de habilidades que permite a las personas entender sus propios sentimientos y emociones, así como los de otros, y utilizar ese entendimiento para guiar el pensamiento y las acciones. Como las capacidades cognoscitivas, la inteligencia emocional puede ser afectada por algunos aspectos de nuestra fisiología. No todos son capaces de ser un genio matemático, y no todos pueden alcanzar los niveles más altos de inteligencia emocional. Por otra parte, la inteligencia emocional no se fija al nacer. Se desarrolla a lo largo de muchos años conforme una persona encuentra varias experiencias y madura. Debido a que la inteligencia emocional toma tanto tiempo en desarrollarse, no es fácil para los adultos cambiar este aspecto de su estructura personal.

La inteligencia emocional tiene cuatro componentes, dos que se refieren a la conciencia y dos que abordan la acción. El modelo también reconoce dos referentes de la conciencia y la acción: el yo de uno (por el ejemplo, el líder) y otros (por ejemplo, los seguidores).

Rasgos del lider: Durante muchos años los sociólogos intentaron aislar y analizar las características necesarias para ser un líder. Partiendo de numerosas pruebas, algunos sociólogos determinaron que, generalmente, los líderes eficaces:

    1. Poseen confianza en sí mismo y están bien integrados.
    2. Desean aceptar la responsabilidad de dirigir y son competentes al tratar con situaciones nuevas.
    3. Se sienten identificados con los objetivos y valores de los grupos que conducen.
    4. Muestran calor, sensibilidad, y simpatía hacia los demás, ofreciendo soluciones prácticas.
    5. Son inteligentes respecto a los otros miembros del grupo.
    6. Realizan permanentemente sus funciones de liderazgo.

El líder acostumbra a tener más inteligencia que el promedio de las personas que dirige, que, parcialmente, se fundamentan en factores ambientales como la educación formal y la experiencia.

La personalidad del líder, no depende en modo alguno de la forma, posición, salud relaciones o moral. El líder refleja los valores y normas del grupo por ello los rasgos personales de un líder nos dicen mucho más sobre el grupo que sobre él mismo.

El papel del líder en la empresa:

Funciones: Al líder se le asigna una serie de funciones:

    1. Líder como ejecutivo: Coordina las tareas del grupo y supervisa las actividades.
    2. Líder como organizador: Planifica, programa y orienta.
    3. Líder como estratega: Ordena, distribuye, dispone y arbitra recursos.
    4. Líder como experto: Ayuda, aconseja y complementa.
    5. Líder como fuente de recompensa y castigos: Premia, censura y reprime.
    6. Líder como árbitro y mediador: Ayuda, coopera, motiva y regula.
    7. Líder como portero del grupo: Representa, identifica y avala.

La formación de líderes es un proceso y, por lo tanto, es continuo y progresivo, que ocurre a lo largo de toda la vida.

La finalidad de la formación de líder es obtener cambios positivos en aquellas personas identificadas como posibles líderes. Estos cambios pueden estar dirigidos hacia toda la persona: la actitud, el intelecto o la conducta. La formación de líderes debe ser para mejorar el desempeño en sus cargos actuales.

Su intención es aumentar la capacidad individual para dirigir. A esto se le llama con frecuencia el "ayudar al crecimiento de los líderes". La formación se encuentra estrechamente vinculada a los objetivos propuestos; de tal forma, que los individuos crezcan en beneficio de la organización.

La formación de líderes se basa en dos principios fundamentales: el Liderazgo se puede enseñar y los seres humanos son capaces de aprender. Aunque son pocos quienes dudan de la capacidad de aprendizaje de los humanos, hay quienes dudan de que el liderazgo se pueda enseñar. Los escépticos tienden a visualizar el liderazgo como un conjunto de habilidades innatas, a la vez que piensan que "los líderes nacen, no se crean".

2.1.2 El liderazgo en el trabajo y en la vida

Es difícil encontrar a una persona líder en su trabajo y sin empuje en su vida privada. El líder actúa y se exige en búsqueda de la excelencia y de comportamiento ético en todos sus ámbitos de actuación (profesional, familiar, personal), es una persona coherente, capaz de mantenerse fiel a sus principios y de no renunciar a ellos en pro de su carrera profesional.

¿Lleva usted una vida equilibrada, dedicándole tiempo a su vida profesional, vida personal y familiar? Un balance en estos tres frentes, conlleva tal nivel de responsabilidad y de presión, que requiere entusiasmo, convicción, persistencia y dedicación. ¿Es usted una persona que es absorbida por el frente profesional? ¿Se siente feliz? Si la respuesta es positiva, entonces no podrá ser líder en su Organización, sólo será un simple gestionador eficaz. El liderazgo tiene escalones y el máximo es cuando se logra desarrollar personas. No confunda liderazgo por los resultados que logra o por la posición formal que posee. Si esto lo logra en su hogar entonces es más fácil extrapolarlo en la empresa.

El liderazgo hay que ejercerlo a lo largo de toda la vida, por lo que exige dosificar las fuerzas y no quemarse en un "sprint" alocado. ¿Sabe planificar su vida personal?, ¿Se ocupa de temas estratégicos o ha perdido la perspectiva del largo plazo?, ¿Sabe cómo priorizar sus tareas?, ¿Domina un segundo idioma?, ¿Quiere mejorar la comunicación con su equipo? ¿Quiere mejorar la comunicación en el hogar?, ¿Lo respetan en su hogar?, ¿Cuál fue el último libro leído?, ¿Tiene Tiempo para el deporte?, ¿Va al cine con la familia un fin de semana?, ¿Trabaja de 9 de la mañana a 10 de la noche todos los días?, etc.

Haga un esfuerzo, e impónganse finalizar todos los días a las 7.30 de la noche (salvo en ocasiones excepcionales), organice su jornada e imprima un ritmo de trabajo balanceado. Muchos directivos presumen de estar todo el día en la oficina. Probablemente estén perdiendo el tiempo, además de estar desatendiendo a su familia, a sus amigos y a sus propias inquietudes personales.

Es muy difícil separar totalmente la vida profesional de la vida personal. No suele ocurrir que una persona sea un líder en su trabajo y en cambio se comporte de manera conformista, sin empuje, en su vida privada.

El líder suele actuar con el mismo nivel de auto exigencia, de búsqueda de la excelencia y de comportamiento ético en todos sus ámbitos de actuación (profesional, familiar, personal, etc.).

Los mismos principios de actuación que aplica en el trabajo (honestidad, dedicación, innovación, decisión, preocupación por las personas, comprensión, etc.), aplicará en su vida ordinaria.

El líder debe ser una persona coherente, capaz de mantenerse fiel a sus principios y de no renunciar a ellos en pro de su carrera profesional. El líder tiene que ser capaz de defender sus principios aunque esto le pueda suponer graves contratiempos profesionales.

El liderazgo, el ser capaz de defender apasionadamente unos ideales, exige una gran solidez en las propias convicciones, que sólo es posible cuando éstas se asientan en principios inquebrantables. Además, es fundamental que el líder mantenga una vida equilibrada, dedicando tiempo no sólo a su vida profesional, sino también a su vida personal y familiar.

El liderazgo conlleva tal nivel de responsabilidad y de presión, requiere tanta ilusión y optimismo, demanda tanta persistencia y dedicación, exige tanta capacidad para convencer, animar, motivar, etc., que tan sólo una persona con una vida equilibrada será capaz de dar lo mejor de sí misma y estar a la altura a de las circunstancias.

Para que una persona pueda desarrollarse en todos sus ámbitos y no dejar que el profesional lo termine absorbiendo todo es fundamental aprovechar el tiempo al máximo. Hay que sacarle tiempo al tiempo (el tiempo es un bien escaso que hay que optimizar).

El tiempo pasa rápido y cada día cuenta: un día que no se aproveche es un día perdido. El líder no se puede permitir el lujo de perder el tiempo. Vivir intensamente, aprovechando el tiempo al máximo, no implica vivir aceleradamente.

Aprovechar el tiempo exige planificación:

El líder tiene mil asuntos que atender y tan sólo una buena organización le va a permitir poder desenvolverse con soltura y dedicar el tiempo a lo realmente importante y no perderlo con temas menores. Si no lo hace así, el día a día le terminará absorbiendo, impidiéndole ocuparse de aspectos más estratégicos, perdiendo poco a poco la perspectiva del largo plazo. El líder tiene que saber priorizar: distinguir qué es lo realmente importante, aquello que demanda su atención, y qué no lo es. Acto seguido, el líder tiene que saber delegar: es imposible abarcarlo todo.

El líder se centrará en lo esencial y delegará en su equipo otras obligaciones. Resulta muy útil fijar al comienzo de la semana (domingo por la noche o lunes a primera hora) la agenda de los próximos días: señalar aquellas actuaciones que uno debe realizar, fijar los objetivos que se quieren conseguir a lo largo de la semana.

2.2 Aspectos claves en la dirección de personas

1.- Desarrollará un proyecto compartido.

  • Una visión ilusionante, retadora e integradora.

2.- Fijará objetivos claros.

  • Establecerá retos medibles y atractivos.
  • Señalará las prioridades.

3.- Transformará grupos en equipos.

  • Compartirá un objetivo común.
  • Potenciará la eficiencia y la cohesión.
  • Propiciarás la cooperación e interdependencia.
  • Facilitarás la participación.

4.- Liderará tratando de influir por su autoridad personal.

  • Asumirá la función de dirección.
  • Respetará la estructura.
  • Facilitará la labor de sus colaboradores.
  • Utilizará el estilo de dirección apropiado a cada situación.

5.- Delegará y potenciará el desarrollo de sus colaboradores.

  • Evaluará su rendimiento.

6.- Motivará y reconocerá los logros obtenidos.

  • Recordará que la motivación empieza en uno mismo.

  • 7.- Comunicará sus ideas e información puntualmente.

    • Facilitará la comunicación interpersonal.
    • Manejará el conflicto como fuente de aprendizaje.

    8.- Medirá el progreso.

    • Tendrá indicadores de control y autocontrol.

    9.- Mantendrá una actitud de mejora y cambio permanente.

    10.- Gestionará valores y desarrollará una cultura.

    2.2.1 Habilidades: Iniciativa, proactividad, Innovación y creatividad

    Cuando competimos con los demás. Nos mostramos renuentes y temerosos y la iniciativa se debilita. Buscamos alrededor, esperando que alguien nos marque el paso.

    No significa sólo tomar la iniciativa, sino asumir la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan; decidir en cada momento lo que queremos hacer y cómo lo vamos a hacer.

    Las personas proactivas:

    • Se mueven por valores cuidadosamente meditados y seleccionados: pueden pasar muchas cosas a su alrededor pero son dueñas de cómo quieren reaccionar ante esos estímulos.
    • Centran sus esfuerzos en el círculo de influencia: se dedican a aquellas cosas con respecto a las cuales pueden hacer algo. Su energía es positiva, con lo cual amplían su círculo de influencia.

    ¿Qué no es la proactividad?

    La proactividad no tiene nada que ver con el activismo o la hiperactividad. Ser proactivo no significa actuar de prisa, de forma caótica y desorganizada, dejándose llevar por los impulsos del momento.

    Las personas que tienen el hábito de la proactividad no son agresivas, arrogantes o insensibles, como defienden algunos tópicos, sino todo lo contrario: se mueven por valores, saben lo que necesitan y actúan en consecuencia.

    Innovación: La innovación, según el diccionario de la Real Academia Española, es la creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado. Un aspecto esencial de la innovación es su aplicación exitosa de forma comercial. No sólo hay que inventar algo, sino, por ejemplo, introducirlo y difundirlo en el mercado para que la gente pueda disfrutar de ello. En las palabras de Eudald Doménech: «La innovación por la innovación no sirve para nada. Innovar es crear productos que hagan la vida más fácil.» La innovación exige la conciencia y el equilibrio para transportar las ideas, del campo imaginario o ficticio, al campo de las realizaciones e implementaciones. Innovar proviene del latín innovare, que significa acto o efecto de innovar, tornarse nuevo o renovar, introducir una novedad.

    Creatividad: Denominada también inventiva, pensamiento original, imaginación constructiva, pensamiento divergente o pensamiento creativo, es la generación de nuevas ideas o conceptos, o de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que habitualmente producen soluciones originales.

    2.2.2 Función directiva y de mando

    Los puestos directivos que comprenden los niveles de la jerarquía organizacional desde arriba hasta abajo, implican formas de responsabilidad y autoridad que están típicamente delineadas por medio de los organismos, manuales y descripciones de los puestos. Tal autoridad y responsabilidad proporcionan la base para llevar a cabo las actividades de la organización en una forma ordenada y sistemática.

    Puesto que la autoridad es inherente a los puestos, más que a las personas que los ocupan, se designa comúnmente como autoridad del puesto.

    La autoridad del puesto capacita al directivo o supervisor para desempeñar con eficacia los deberes de su puesto. Sin embargo, con demasiada frecuencia la autoridad delegada a un puesto es tan limitada que el individuo no puede desempeñar sus asignaciones de una manera consistente con su talento.

    Hay ocasiones en que los directivos y supervisores poseen autoridad formal a la cual no tienen que recurrir debido al respeto y cooperación que imponen mediante su autoridad personal.

    Planificación directiva

    La planificación consiste en fijar el curso concreto de la acción a seguir, estableciendo los principios que habrán de orientarlo, la secuencia de operaciones para realizarlo y las determinaciones de tiempos y de números, necesarios para su realización.

    Organización directiva

    Organización directiva es el trabajo que un director realiza para ordenar y relacionar entre sí las tareas que deben realizarse y asegurar así, una ejecución muy eficaz de las mismas.

    La organización no se reduce al elemento humano sino que es el mecanismo que permite efectuar un trabajo colectivo. Los organigramas tienen cierto valor porque indican algunos aspectos de la misma, pero por sí mismos no representan la organización en pleno. Todo director debe ser responsable de sus propias tareas organizadoras para asegurar un máximo rendimiento de un número de personas y al costo más bajo posible. La computadora sirve para simplificar y reducir la estructura de una empresa, pero probablemente no conduzca a ningún cambio radical en las diferentes formas de estructura que hoy conocemos.

    Función del control directivo

    Es el trabajo que realiza un director para valorar y regular el trabajo, ya sea en vías de realización o ya terminado.

    Delegación directiva:

    Es el trabajo que realiza un director para confiar función, autoridad y responsabilidades a otro.

    2.2.3 Los estilos de dirección

    Autocrático

    El jefe impone las normas y sus criterios, estableciendo la estrategia que se va a seguir, planificando y diseñando el trabajo, y diciendo quién debe hacerlo. No clasifica los procedimientos posteriores, pero decide las fases de actividad a corto plazo.

    Democrático

    Las tareas se discuten y determinan en grupo, el jefe sólo orienta y apoya. Plantea propuestas que pueden ser evaluadas en grupo.

    Juzga objetivamente los trabajos y crea un clima laboral agradable y de confianza, lo que no quiere decir que sea siempre eficaz.

    LAISSER-FAIRE o dejar de hacer

    El grupo toma decisiones libremente sin la participación del jefe, con lo que hay una ausencia de liderazgo.

    Es el caso del jefe que no ejerce de directivo en ningún plano. En realidad no dirige. El propio grupo toma las decisiones y el control de los resultados.

    Paternalista

    Se da prioridad a los intereses personales frente a las necesidades de la organización. El jefe es quien toma las decisiones sin tener los demás posibilidades de participación.

    Establece una actitud protectora con los subordinados. Se interesa por sus problemas personales y profesionales como un padre a sus hijos. Aunque les consulta, es él quien toma las decisiones.

    Burocrático

    La organización establece una estructura jerárquica y con normas, bloqueándose la comunicación y estableciéndose unas relaciones donde dichas normas prevalecen a la persona.

    2.2.4 Gerencia y Liderazgo, la delegación y el control

    2.2.5 Errores básicos en la dirección

    Quien está al frente de una empresa, sea del tipo y sector que sea, bien como Gerente, bien como personal directivo de la misma, puede cometer muy diversos errores que le pueden perjudicar a él y a su propia empresa. Sin duda se mezclarán éstos con sus éxitos y virtudes en la gestión, pero no por eso dejan de ser lunares en su trabajo diario.

    Entre los posibles, destacamos el siguiente decálogo negativo, por ser bastante frecuentes en la gestión empresarial. Nuestra recomendación es que quien se vea retratado, total o parcialmente, debería hacer autocrítica de esta situación y ponerle remedio. Lo más normal es que obtenga, de este modo, un beneficio personal.

    Errores básico de dirección.

    • No tener objetivos claros.
    • Carecer de prioridades.
    • No medir los trabajos que se realizan.
    • Ser más Hacedor que Director.
    • Escasa orientación al cliente.
    • No captar las oportunidades de Negocio.
    • Funcionar por autoridad jerárquica.
    • Decidir sin la suficiente información.
    • Escasa sensibilidad hacia los colaboradores.
    • Falta de Afán por mejorar.

    No tener objetivos claros.

    Es el error más frecuente. Son muchos los directivos veleta que van por la vida profesional según les sople el viento, actúan por acontecimientos o por urgencias, no distinguen entre lo importante y lo urgente. Por supuesto, viven centrados en el corto plazo y su dirección es reactiva, a tirones.

    Carecer de prioridades.

    Aspecto muy ligado con el apartado anterior. Quienes no tienen objetivos tampoco tienen prioridades y, en consecuencia, no saben centrarse en lo principal, en aquellas acciones que les aportan un mayor valor añadido. Viven sumergidos en la permanente trampa de la actividad y gestionan su tiempo por urgencias.

    No medir los trabajos que se realizan.

    No hay progreso sin medida. Por ello, la única forma de saber si hemos logrado nuestros propósitos es midiéndolos con indicadores determinados al efecto y comparándolos con los objetivos establecidos.

    Ser más hacedor que director.

    Hay multitud de directivos a los que les encanta hacer, estar en todas las salsas, realizar mejor que los colaboradores, el trabajo que corresponde realizar lo hacen mejor que nadie y que no pueden perder tiempo en explicaciones que alargarían el proceso. Son incapaces de delegar.

    Escasa orientación al cliente.

    Las exigencias cada vez más apremiantes del mercado y de los clientes externos hacen que prestemos obligatoriamente una mayor atención a las necesidades y demandas de éstos. Pero ¿qué pasa con el cliente interno? Son muchos los jefes que viven al margen del cliente, sea externo o interno.

    No captar las oportunidades de negocio.

    Hay muchos jefes preocupados únicamente por resolver los problemas que el día les presenta. Su orientación es exclusiva hacia los problemas y piensan que les pagan para resolverlos. ¿Y respecto a las oportunidades? No hay tiempo ni voluntad de captarlas. Cuando uno vive excesivamente pegado en el corto plazo no ve ni aprovecha las oportunidades que puede tener al alcance de su mano.

    Funcionar por autoridad jerárquica

    Todavía hay jefes anclados en el pasado cuya forma de dirección se basa en el poder que ostentan en la organización, o sea, a través de su autoridad jerárquica. El ordeno y mando, la presión sin control y la imposición son las formas habituales de relacionarse con sus colaboradores.

    Decidir sin la suficiente información.

    El jefe hacedor, el que vive profesionalmente el día a día a 200 kilómetros por hora, no tiene tiempo para pensar y, en consecuencia, tomará las decisiones sin la correspondiente reflexión. Como sabemos, decidir es el proceso de llevar a cabo una acción con la adecuada información que minimice el riesgo de la misma. Hay muchos directivos que deciden sobre la marcha, en base a su intuición y con grandes niveles de riesgo.

    Escasa sensibilidad hacia los colaboradores.

    A pesar de lo que se habla de la importancia de las personas, de ser el activo más valioso de las organizaciones, es muy fácil encontrar a muchos jefes que no tienen ninguna sensibilidad hacia sus colaboradores; para ellos son simples medios de producción de los que tratan de sacar el máximo provecho.

    No hay que confundir la sensibilidad con la blandura, con la falta de disciplina o de control. La sensibilidad hace referencia a estar próximos, a conocer y tratar los problemas que tienen los colaboradores, a potenciar el desarrollo profesional de los mismos y a favorecer el apoyo y reconocimiento cuando se consiguen metas complejas.

    Falta de afán por mejorar.

    Y finalmente, es preocupante encontrar a jefes conformistas, satisfechos con la situación en que se hallan, faltos de ambición, carentes de iniciativas de desarrollo y progreso e incapaces de aprender de los errores cometidos.

    Quienes no tengan afán por mejorar, no establezcan nuevas metas a alcanzar y no se levanten cada mañana con el propósito de hacer algo nuevo y mejor, están muertos en vida.

    2.3 Liderazgo y trabajo en equipo.

    Trabajar en equipo constituye una oportunidad de crecimiento personal y un verdadero triunfo social que facilita la superación individual ayudando a los demás mediante la capacidad de entrega, de integración y tolerancia. Sólo las personas con quienes compartimos nuestra vida diaria nos ven como verdaderamente somos y nos permite moldear nuestro carácter y personalidad.

    El trabajo en equipo puede definirse como aquella actividad que para concretarse, Imperiosamente, requiere la participación de diferentes personas; lo que implica una necesidad mutua de compartir habilidades y conocimientos; donde debe existir una relación de confianza que permita delegar en el compañero parte del trabajo propio, en la seguridad de que éste cumplirá cabalmente su cometido.

    La confianza e interdependencia entre los miembros garantizan el éxito de un equipo. La confianza se logra tras un período de conocimiento mutuo, de comprobación de capacidades profesionales, habilidades técnicas y calidad humana de los integrantes del equipo. Así surge el prestigio personal de cada individuo que constituye el atributo más relevante que identifica al equipo. Confianza y prestigio están ligados íntimamente; el primero refleja un sentimiento que surge de la relación interpersonal y el prestigio representa el real valor de la capacidad técnica y profesional demostrada.

    El trabajo en equipo. Trabajar en equipo resulta fundamental y necesario para toda organización moderna. La costumbre de privilegiar el trabajo individual y buscar el beneficio personal, es común en nuestra sociedad; por ello resulta difícil adaptarnos y sobre todo someternos convencidamente al trabajo en equipo.

    De éste conocemos poco y por ello no valoramos las ventajas que representa, por lo cual, resulta imprescindible no confundir trabajar en grupo con trabajar en equipo. Cuando se trabaja en grupo las personas son responsables de su área de competencia y su compromiso es sólo con sus propias metas e intereses particulares. En equipo, en cambio, la responsabilidad y compromiso es de todas las áreas o funciones y con los objetivos de la organización. Por ejemplo, en un Estado Mayor integrado por diferentes departamentos, cada uno tiene funciones definidas, pero el producto final de asesoría al Comandante en Jefe es de conocimiento, consenso y responsabilidad de todos. No hay departamentos estancos, todos comparten la información y contribuyen consensuadamente a la toma de decisiones.

    En grupo el nivel de confianza, comunicación e integración es limitado. En equipo, el nivel de confianza es elevado y la comunicación es fluida, lo que aumenta el grado de compromiso y la velocidad de respuesta.

    En grupo, el trabajo termina junto con la jornada diaria. En equipo, la jornada se prolonga más allá del horario de oficina.

    En grupo, los problemas son siempre un obstáculo y demoran en resolverse. En equipo, los problemas son desafíos que estimulan el crecimiento. Se les enfoca positivamente y se les da rápida solución. En resumen, el trabajo en equipo aumenta la productividad y la eficiencia para resolver acertadamente y la rapidez para obtener resultados.

    Por otra parte, para trabajar en equipo, es imperativo asumir el compromiso con el resultado de las metas y objetivos propuestos. Esto implica abandonar el hábito individualista de creer sólo en el resultado del esfuerzo propio. Requiere confianza en la capacidad de los compañeros de equipo. Creer que al igual que uno, ellos están comprometidos con los objetivos de la organización y trabajan eficazmente por alcanzarlos.

    Resulta imperativo, adoptar una actitud de servicio con los integrantes del equipo, asumir responsabilidades en conjunto y no buscar culpable si algo no sale bien. Se requiere una gran dosis de paciencia y tolerancia con el resto; pero por sobre todo comprensión, cooperación y compromiso.

    Trabajar en equipo significa valorar la diversidad de estilo de las personas. Estamos acostumbrados a trabajar con personas parecidas a nosotros, marginando a aquellos que tienen gustos y estilos diferentes. Es importante reconocer y darnos cuenta que opiniones diferentes, puntos de vista distintos generan una variedad de opciones o cursos de acción que a la larga contribuyen a mejorar el resultado o el producto final.

    Trabajar en equipo mejora el desempeño y la motivación de los integrantes, producto del compromiso con la organización. Requiere desarrollar habilidades como: participar en reuniones, comunicación entre personas, aprendizaje en equipo, solucionar problemas en conjunto, aceptar que existen opiniones y opciones tan buenas como las propias e identificación máxima con la organización, Unidad o Repartición.

    Acciones para estimular el trabajo en equipo.

    Para fomentar el trabajo en equipo cada Comandante en el nivel correspondiente debe transformarse en un líder efectivo en la administración y conducción de su Unidad, para lo cual será necesario:

    • Escuchar atentamente sugerencias, aportes o ideas de su personal. Asimismo atender los problemas e inquietudes de su gente.
    • Impulsar una comunicación estrecha y permanente. Cada integrante de la Unidad respectiva debe conocer qué piensa y siente su Comandante; para ello será preciso expresar con la máxima claridad, la visión de futuro, las metas por alcanzar y la intención con que se enfrentarán las acciones.
    • Dar solución oportuna y efectiva de los problemas individuales y colectivos.
    • Atender personalmente los problemas particulares. Entregando cuando sea necesario, un consejo oportuno.
    • Asignar los trabajos y tareas en forma ecuánime. Efectuar rotación en los puestos de responsabilidad. Cada hombre debe conocer cabalmente su función y sentirse importante en su gestión.
    • Relacionarse convenientemente con organizaciones o Unidades paralelas. Cada
    • Departamento y División de una Unidad o Repartición debe saber qué hace el resto de los Departamentos.
    • Delegar responsabilidades. El líder debe preparar su equipo para que cualquier integrante lo reemplace en su gestión.
    • Establecer y fijar estándares de calidad como también objetivos y metas precisas por alcanzar.
    • Integrar a la Unidad en la toma de decisiones. Es importante escuchar el aporte que los subalternos pueden hacer en cualquier tipo de acción que se desarrolle.
    • Evaluar el costo/eficiencia de cada gestión u acción que se emprenda. Esto no sólo está referido a los costos financieros, sino más bien al desgaste y mal uso que puede hacerse del recurso humano.

    Atributos del líder que facilitan el trabajo en equipo.

    Un verdadero líder se debe interesar fundamentalmente por superar el alistamiento operativo de su Unidad y las capacidades para el mejor cumplimiento de su misión, rol y funciones y el bienestar de su gente.

    Debe ser formador de voluntades y un forjador de entusiasmo. Para ello no podrá estar ausente entre sus atributos la capacidad para comunicar con claridad su pensamiento, su visión de futuro y sus emociones.

    Debe ser, además, un gran entrenador de métodos, procedimientos, soluciones y Actitudes. Un gran impulsor de ideas, un motivador apasionado y un creador audaz.

    Pero, por sobretodo, debe ser el recurso más cercano que su gente pueda utilizar para interceder ante los superiores.

    Tendrá claro que la misión no la cumplen los Comandantes, sino toda la Unidad, por lo cual, se preocupará de prepararla convenientemente para que en su ausencia ésta pueda cumplir a cabalidad su cometido.

    El líder que esperamos potenciar y que la Armada de Chile necesita, debe ser capaz de trabajar en equipo, siendo fundamental cumplir, entre otras, las siguientes acciones:

    • Distinguir, capacitar y fortalecer a los integrantes de su Unidad como piezas fundamentales de la organización.
    • Fusionar los aspectos positivos del individualismo con las ventajas del consenso de la Unidad.
    • Concentrarse en los detalles que favorezcan y fortalezcan la imagen y prestigio de la Unidad.
    • Anteponer su responsabilidad personal como la identificación primaria de los problemas que afecten a su Unidad.
    • Generar sólidas, sinceras y en lo posible afectuosas relaciones interpersonales entre los miembros de su Unidad.
    • Liderar el impulso para crecer, mejorar y superarse constantemente.
    • Estar siempre bien dispuesto para aceptar críticas constructivas, sugerencias y consejos.
    • Mantener una actitud positiva, optimista y proyectada hacia el futuro.
    • Estar siempre bien dispuesto y entrenado para asumir nuevas y mayores responsabilidades.
    • Sentirse orgulloso y retribuido por el desempeño de su gente.
    • Desafiar los conocimientos adquiridos, apoyando constantemente la innovación y la creatividad.

    2.3.1 La estrategia de movilización de equipos

    Los gerentes o directivos tienen que ser estrategas (planificación), organizadores (procesos) y líderes (inspiradores, innovadores, propiciadores del cambio).

    Una organización bien gerenciada tiene un gran potencial: mentes líderes. El líder no es un superdotado, un Mesías o un ser sobrenatural, es producto de un proceso de crecimiento personal, que lo lleva a conocer y medir sus capacidades y debilidades, para saber dónde y cómo contribuir al logro, en este caso, de las metas de la empresa.

    El líder es capaz de inspirar, guiar y aprender de otros, así como enseñar a aprender. Un líder es un maestro y un alumno, al mismo tiempo.

    No existe un líder de forma aislada, supone un contexto - la gente -, de allí que mencionarlas significa la trascendencia e importancia de las personas que le otorgan esa condición de líder. En la actualidad más que de líderes, se habla de equipos, grupos, organizaciones o empresas líderes.

    La clave del liderazgo se encuentra en las fortalezas grupales y en las relaciones basadas en la confianza, el respeto en cuanto es lo que aportas y sugieres; en la creatividad tanto en diseño de productos como en resolución de problemas, en los retos compartidos y en el afecto hacia la gente. Las personas y su inteligencia, "los grupo líderes" son un valor dentro de la empresa.

    Organización y Trabajo en Equipo:

    Es importante analizar y profundizar en la necesaria capacidad de la empresa de aprender a trabajar en equipo, lo cual prácticamente le garantiza su permanencia en el mercado, no se puede hablar de liderazgo organizacional sin aprendizaje en equipo.

    Es indiscutible, que organización y trabajo en equipo, son conceptos inseparables, pero lo que sí se debe profundizar es en el cómo mejorar la eficiencia de estos equipos.

    Un equipo es un conjunto de personas que realiza una obra común, lo cual los vinculas, los organiza y orienta hacia objetivos compartidos. Por ejemplo, los equipos de baseball o de otras disciplinas deportivas.

    Pero los equipos en ambientes de trabajo, poseen un número más reducido de personas, pueden intercambiar funciones y actividades con flexibilidad de mutuo compromiso entre el equipo y la organización, y han aprendido a manejar sus diferencias de opinión o de enfoque.

    Un equipo ha invertido tiempo significativo en aprender a trabajar unido, juntos. Los equipos proponen cambios, proyectos e innovaciones y las llevan a cabo, las ejecutan.

    Igualmente, resuelven problemas y conflictos, toman decisiones y los éxitos o fracasos de las organizaciones, dependen mucho de los esfuerzos de sus participantes. Ej. Los grupos de mejora, los equipos de planificación estratégica.

    Más que una voluntad o deseo de ser miembros de un equipo de trabajo, se tiene que aprender a serlo.

    Trabajar en Equipo:

    Para que los equipos de trabajo sean efectivos deben evolucionar desde la constitución de un grupo inicial, hasta llegar a las siguientes características:

      1. Objetivos comunes y acordados. (Claramente definidos y compartidos)
      2. Tareas definidas y negociadas. (desempeños claros y acordados a conformidad con los miembros).
      3. Procedimientos explícitos (para la solución de problemas, la toma de decisiones el acceso a la información, lo cual garantiza fluidez).
      4. Buenas relaciones interpersonales.
      (Clima de respeto y confianza para que se genere sentido de pertenencia).
      5. Alto grado de interdependencia (Tareas complementarias, conciencia del esfuerzo para el logro de objetivos comunes, fomenta la cooperación y de estructuras horizontales de comunicación).

    Los grupos en su transición hacia la constitución de equipos de trabajo, pasan por etapas, tales como:

    Etapa de dependencia (a la autoridad formal).

    Etapa de contra-dependencia (deseo de instaurar otras formas de liderazgo, los miembros tienen menos ansiedad y menos referencia del líder formal).

    Etapa de independencia (Aparente cohesión, lucha entre la individualidad y la organización, hostilidad entre los miembros).

    Etapa de interdependencia:(Estabilidad del grupo que permanece, sano manejo de las diferencias interpersonales, conciencia de la capacidad de aportar y de nutrir como equipo a su organización, estima personal, clara diferencia entre el aporte individual y la fuerza de los otros aportes del grupo. Es una relación ganar / ganar).

    Habilidades personales para trabajar en equipo: Es necesario desarrollar y/o utilizar algunas habilidades personales para constituir equipos efectivos de trabajo:

    Escuchar: No solo oír a los otros, sino tomar conciencia de los sentimientos que acompañan esas ideas para no herir susceptibilidades personales. Conocer y ubicar el lenguaje verbal y el corporal (gestos y posturas), es un sabio aprendizaje para los equipos.

    Preguntar: Profundizar en los planteamientos, para conocer bien los puntos de vistas del grupo, esto fortalece la capacidad de análisis y resolución de problemas.

    Resumir: Es la mejor forma de chequear posibles dudas y hacer síntesis de los aportes propios y los de cada uno.

    Ser flexible: Desarrollar la capacidad de cambiar y negociar los puntos de vista que nutran las innovaciones, así como para asumir nuevas normas, reglas y hábitos en las organizaciones, sin que esto genere conflictos de tipo individual, de personalidad.

    Proactivo: Con iniciativa hacia la mejora, al logro. Tener una actitud positiva ante los retos, en lugar de una posición de resistencia al cambio.

    Asertivo: Es la habilidad de expresar las ideas y necesidades propias, sin atropellar las de los otros miembros del grupo.

    Abierto a la crítica: Recibir la crítica, la información de retorno como sugerencia hacia el proceso de mejora de la organización, no como crítica o desvalorización personal.

    Dentro de los procesos de interacción en los equipos de trabajo, hay que tener presente las condiciones y en ambiente donde desarrollan su acción. Por ejemplo, el espacio organizacional de una institución o empresa educativa para niños en edad preescolar, es el escenario de aquellos grupos o equipos que trabajan en ese lugar.

    Dimensiones de los Equipos de Trabajo:

    Por ello es importante tener presente, tres dimensiones claves: La tarea, el procedimiento y el proceso socio-afectivo.

    • La tarea: En sentido amplio es una palabra que resume qué cosa hará el equipo, para qué se constituyó, cuál es su meta.
    • El procedimiento (es cómo lo hará, operaciones y actividades -secuencias- que permitan lograr realizar las tareas.
    • El Proceso socio-afectivo: Las relaciones humanas dentro del equipo, los grados de interacción en cuanto a comunicación, colaboración o interdependencia que facilitan o no, el trabajo del equipo.

    Para un efectivo trabajo en equipo es importante orientarse a la tarea, cuidar y tener claro el procedimiento y mantener una sana relación interpersonal y de manejo de conflictos.

    2.3.2 Lo que los jefes esperan de sus colaboradores y lo que los colaboradores esperan de su jefe

    Vistos los diferentes estilos directivos existentes y con el fin de avanzar en el conocimiento del proceso de dirección, estimados oportuno a continuación dejar constancia tanto de lo que un jefe espera de sus colaboradores como de lo que éstos desean de su jefe.

    Lo que el Jefe espera de sus colaboradores.

    Vamos a iniciar por la parte más sencilla, o sea, por lo que todo jefe espera de sus colaboradores. Ciertamente, este es un aspecto que no suscita demasiadas divergencias. Cada vez que hemos tratado este tema con diferentes colectivos de mandos, siempre hemos encontrado una gran coincidencia de criterios y opiniones al respecto.

    La mayor parte de los directivos tienen muy claro que lo que esperar de sus colaboradores principalmente es:

    • Un buen desempeño de las tareas, unos resultados satisfactorios, eficacia en la labor que se desarrolla.
    • Iniciativa. Propuestas de mejora. No esperar a que el jefe le indique en cada momento lo que tiene que hacer.
    • Colaboración con el jefe y con los compañeros.
    • Dedicación, implicación y compromiso.
    • Responsabilidad.
    • Profesionalidad.
    • Honestidad, Lealtad y Obediencia. Cordialidad. Respeto.
    • Afán de superación.

    Lo que los colaboradores esperan de su jefe.

    Sin embargo, en este apartado las coincidencias son menos frecuentes. Por lo general, lo que los colaboradores esperan de su jefe es lo siguiente:

    • Que les dirijan con eficiencia. Que les señalen claramente lo que tienen que hacer. Que les guíen hacia objetivos y metas concretas.
    • Delegación y autonomía. Una vez que el jefe les ha indicado lo que tienen que hacer, que les deje hacer. Que no esté supervisando continuamente su trabajo. Que les deje una cierta iniciativa en el desarrollo de su cometido.
    • Liderazgo. Que el jefe sea un verdadero jefe. Que tenga autoridad y capacidad de hacerse seguir por su valía personal.
    • Competencia profesional. No es preciso que el jefe sepa el que más del área que dirige, pero sí debe tener los conocimientos precisos para comprender la problemática de sus colaboradores.
    • Estímulo y apoyo en los momentos difíciles.
    • Comunicación clara y adecuada. Que se les escuche cuando lo precisan. Que sea accesible para sus colaboradores. Hay jefes que atienden a todos menos a las personas que dependen de ellos.
    • Confianza en sus colaboradores. Que les defienda en situaciones de conflicto. Que no les critique a sus espaldas.
    • Honestidad, sinceridad y ejemplaridad. Que ellos hagan los primeros, aquello que ellos mandan hacer. Que ellos cumplan los primeros, las normas de disciplina que imponen.
    • Una valoración justa de su actuación profesional. Los colaboradores no quieren medallas que no se merecen, pero sí el reconocimiento de los trabajos y esfuerzos dignos de ser destacados.
    • Información. Aportar aquellos datos sobre la situación y marcha de la empresa que les permita sentirse integrados en la misma.
    • Equilibrio emocional. No estar sujetos al día que tiene el jefe.

    2.3.3 Coaching.

    Como un coach, un Gerente ayuda a los empleados a alcanzar sus mayores logros.

    ¿Qué es? El coaching es el proceso por el cual los supervisores están en contacto con los colaboradores.

    No hay fuerza capaz de ayudar a los supervisores a obtener lo mejor de sus empleados si no se desempeñan como coach.

    Definición:

    • El coaching es una supervisión "en persona".
    • Es una oportunidad para aclarar metas, prioridades y criterios del desempeño.
    • Es una oportunidad para reafirmar y reforzar los valores básicos del grupo.
    • Es una oportunidad para escuchar ideas y hacer participar a los empleados en el proceso de planeación y solución de problemas.
    • Coaching es la ayuda que los supervisores y directores prestan a los individuos para que alcancen su nivel máximo de desempeño.

    Ejemplos de situaciones de coaching

    • Asignar una nueva tarea difícil.
    • Revisar resultados.
    • Determinar con un empleado sus necesidades de Capacitación.
    • Mostrarle a un empleado cómo desempeñar una tarea.
    • Estudiar un plan para el progreso de la carrera de un empleado.
    • Escuchar los temores de un empleado sobre posibles recortes de personal.
    • Instruir a un empleado sobre la política de la compañía.
    • Ayudarle a un empleado a adaptarse psicológicamente a los cambios en el trabajo.
    • Discutir un desempeño deficiente del empleado.
    • Ayudar a un empleado a manejar el estrés.
    • Conducir una entrevista de castigo.
    • Discutir un problema de trabajo deficiente o desobediencia de las reglas y políticas de la organización.
    • Conducir una evaluación del desempeño.
    • Permitirle a un empleado que se desahogue situaciones.

    Por qué rechazan los supervisores el coaching

    • Falta de confianza. Se sienten incómodos de orientar a los empleados y se avergüenzan de discutir problemas relacionados con un desempeño insatisfactorio.
    • Siempre se corre el riesgo de que el hecho de confrontar un problema del desempeño con un empleado genere más problemas de los que se pueden resolver.
    • La calidad de una buena relación se pone en peligro.
    • Ignorar un problema de desempeño con la esperanza de que se resuelva solo normalmente se considera la alternativa más deseable.

    Funciones y Habilidades del coaching

    • Tutoring (Tutores)
    • Mentoring (Mentor)
    • Confrontación y Desafió
    • Orientación

    El tutor Es la guía que ofrece un supervisor para ayudar a sus colaboradores a dominar las habilidades necesarias para llevar a cabo su trabajo. Un tutor proporciona conocimiento, habilidades, experiencias, ánimo, aliento.

    No proporciona respuestas, apoya en la solución de problemas y en la obtención de las respuestas. Afirma frecuentemente. (Éste es el ingrediente más importante en su relación).

    Ejemplo: "¡Hiciste un muy buen trabajo!"

    La definición del Mentoring:

    El mentoring es un proceso de aprendizaje personal por el que una persona asume la propiedad y la responsabilidad de su propio desarrollo personal y profesional.

    Para ello, se establece una relación personalizada dirigida por el mentorizado a través de la cual el mentor invierte su tiempo, comparte su conocimiento y dedica su esfuerzo para que el mentorizado disponga de nuevas perspectivas, enriquezca su forma de pensar y desarrolle todo su potencial como persona y como profesional. Mentoring es la ayuda que se presta para que los empleados se desarrollen profesionalmente

    Qué no es el Mentoring

    • No es enseñar, sino ayudar a aprender. No se trata de instruir.
    • No es adquirir conocimiento, sino aprender haciendo.
    • No es solucionar los problemas del mentorizado.
    • No es traspasar la responsabilidad de los problemas del mentorizado. Los problemas son los asuntos sobre los que mentor y mentorizado dialogan y se retroalimentan.
    • El mentorizado mantiene la propiedad del problema.
    • No es un invento, sino una práctica muy antigua adaptada a las circunstancias de hoy.

    Confrontación y Desafío

    La función de coaching de confrontación y desafío está relacionada de una manera directa con el desempeño.

    Los supervisores establecen estándares de desempeño precisos, comparan el desempeño real de los miembros del equipo con esos estándares ideales y se ocupan del desempeño que no los satisfaga.

    A través de las actividades de confrontación y desafío, los buenos supervisores ayudan a aquellos empleados que han mostrado un desempeño insuficiente a convertirse en triunfadores, y estimulan a los que han alcanzado el éxito a que lleguen a niveles aún más altos.

    3 Inteligencia Emocional

    3.1 Inteligencia emocional y social.

    Inteligencia emocional

    La inteligencia emocional es un conjunto de destrezas, actitudes, habilidades y competencias que determinan la conducta de un individuo, sus reacciones, estados mentales, etc., y que puede definirse, según el propio Goleman, como la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones.

    La Inteligencia personal: está compuesta a su vez por una serie de competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos. Esta inteligencia comprende tres componentes cuando se aplica en el trabajo:

    • Conciencia en uno mismo: es la capacidad de reconocer y entender en uno mismo las propias fortalezas, debilidades, estados de ánimo, emociones e impulsos, así como el efecto que éstos tienen sobre los demás y sobre el trabajo. Esta competencia se manifiesta en personas con habilidades para juzgarse a sí mismas de forma realista, que son conscientes de sus propias limitaciones y admiten con sinceridad sus errores, que son sensibles al aprendizaje y que poseen un alto grado de autoconfianza.
    • Autorregulación o control de sí mismo: es la habilidad de controlar nuestras propias emociones e impulsos para adecuarlos a un objetivo, de responsabilizarse de los propios actos, de pensar antes de actuar y de evitar los juicios prematuros. Las personas que poseen esta competencia son sinceras e íntegras, controlan el estrés y la ansiedad ante situaciones comprometidas y son flexibles ante los cambios o las nuevas ideas.
    • Automotivación: es la habilidad de estar en un estado de continua búsqueda y persistencia en la consecución de los objetivos, haciendo frente a los problemas y encontrando soluciones. Esta competencia se manifiesta en las personas que muestran un gran entusiasmo por su trabajo y por el logro de las metas por encima de la simple recompensa económica, con un alto grado de iniciativa y compromiso, y con gran capacidad optimista en la consecución de sus objetivos.

    La Inteligencia Interpersonal: al igual que la anterior, esta inteligencia también está compuesta por otras competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con los demás:

    • Empatía: es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en su lugar, y responder correctamente a sus reacciones emocionales. Las personas empáticas son aquellas capaces de escuchar a los demás y entender sus problemas y motivaciones, que normalmente tienen mucha popularidad y reconocimiento social, que se anticipan a las necesidades de los demás y que aprovechan las oportunidades que les ofrecen otras personas.
    • Habilidades sociales: es el talento en el manejo de las relaciones con los demás, en saber persuadir e influenciar a los demás. Quienes poseen habilidades sociales son excelentes negociadores, tienen una gran capacidad para liderar grupos y para dirigir cambios, y son capaces de trabajar colaborando en un equipo y creando sinergias grupales.

    Inteligencia Social

    La inteligencia social es el capital intangible más importante que el hombre puede tener, ya que representa el valor de todas las relaciones que posee, su capital social.

    Los ideales de trabajo en equipo y sociedad solidaria chocan con los conflictos humanos. El lazo social puede cortarse por el hilo delgado de las relaciones interpersonales.

    El comportamiento de un individuo depende de su capacidad perceptiva, que es la ventana por la que incorpora el mundo. Lo real es uniforme pero lo que importa es la percepción. Por ejemplo, si se selecciona basura, basura se guarda y se emite. La tendencia a percibir en piloto automático evita ser invadido por múltiples estímulos, pero impide el ingreso de valiosa información. Con la bipedestación, la mano reemplazó a la boca, el cerebro se desarrolló, nacieron el alfabeto y el pensamiento; y se perdió agudeza sensorial, elemento clave de la inteligencia social. Los conceptos abstraen lo general de lo particular, con ellos se lee, se filtra, se traduce y se interpreta. Como son filtros falibles, no aceptemos que "lo vi con mis propios ojos", ya que los ojos perciben a través de cristales deformadores.

    Inteligencia social y emocional. El pensamiento no puede certificar la percepción ya que también es promotor de los errores. El pensador no puede superar la calidad de los datos en los que cree, ni cambiar los contenidos de la memoria. Además la emoción actúa sobre la percepción como una guía poderosa pero imprecisa y primitiva. Apelar a la racionalidad no debe ocultar la importancia del sentimiento, cuya interacción con el pensamiento genera intenciones que llevan a la acción. ¿Se puede hacer inteligente la pasión?

    Para desarrollar el poder capaz de las acciones productivas, al querer hay que sumarle la eficacia. Entonces, identificar el querer es primordial, porque quien no sabe a qué puerto desea arribar no consigue vientos favorables. Como no existe la inmaculada percepción y sí la racionalidad limitada, hay que dudar de la inteligencia social sabiendo que es habitual interpretar a favor de uno mismo, condicionado por emociones incontrolables y por creencias, valores e impulsos egoístas formados en una sociedad competitiva que conducen al autoritarismo consecuente.

    La memoria bien estructurada evita repetir errores. Conocer sus límites enseña a negociar sin arrogancia, a considerar que si dos no quieren uno no puede y a ser responsables. Somos libres para decidir pero sepamos que los mejores resultados surgen cuando inteligencia social dirige la poderosa red de interacciones entre actos propios y ajenos.

    Como en el ajedrez somos piezas del tablero social en interacción con otras piezas y con las reglas del juego. Un peón puede ganar una partida y una neurona vale más si está conectada con las demás. El principio base de la inteligencia social es que solo no se puede. Dijo John Donn cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad, por consiguiente: Nunca preguntes por quién doblan las campanas, las campanas doblan por ti.

    La tendencia a ver y juzgar a los demás desde una perspectiva egocéntrica, y a engañarse separando lo que se dice de lo que se hace, promueve acciones contradictorias con los principios que se enuncian. Como formamos parte de numerosos grupos cuyo éxito será también el nuestro, aprendamos a generar un comportamiento en el cual los errores se conviertan en guías del aprendizaje social: seamos creadores de equipos de alta productividad con inteligencia social. El test de la excelencia consiste en estudiar los grupos humanos en los que intervenimos evaluando el resultado de nuestras producciones sociales en familia, amistades, trabajos y relaciones. Así podremos evaluar el capital social que creamos en nuestra vida: "Dime con quién andas y te diré quién eres". La realidad exterior existe pero lo valioso es como cada uno pueda construirla interiormente, para recrear un mundo en el que todos podamos habitar.

    3.2 Desarrollo de la Inteligencia Financiera.

    Oportunidades de inversión. Aprende a asumir riesgos, pero antes de invertir, sé precavido, infórmate bien, evalúa bien la situación, y asegúrate de que el riesgo sea el mínimo posible. -No temas cometer errores No tengas miedo asumir riesgos y cometer errores, pues es en los errores y en los fracasos donde uno más aprende. Debes saber ganar, aún al perder. Cuando cometas errores o fracases, sé perseverante y sigue intentando, ten siempre presente que equivocarse es parte del proceso del éxito, que no puedes tener éxito sin antes haber fracasado. -Avanza a pasos de bebé Sé paciente tanto al momento de tener que elegir tus inversiones, como al momento de hacer tus negocios. Para tener éxito tienes que ir despacio, con pasos de bebé. Debes tomarte tu tiempo para ver las propuestas.

    Yo no pretendo inventar el agua tibia si ya todo o casi todo está dicho solo hay que saber ver.

    Estamos en la era de la información. Hoy en día, lo que has aprendido se vuelve obsoleto rápidamente. Lo que aprendes es importante, pero no tanto como cuán rápido lo aprendes, cambias y te adaptas a la nueva información. Educación financiera. Necesitamos más educación pero no del tipo tradicional. Cada estudiante hoy necesita educación financiera, que es la educación necesaria para convertir el dinero que se gana en su profesión en riqueza a largo plazo y seguridad financiera.

    Inteligencia. La verdadera inteligencia consiste en saber lo que es apropiado más allá de saber únicamente si algo es "bueno o malo" Cometer errores. Muchos educadores se enfocan primariamente en las habilidades y suelen castigar a los jóvenes cuando comenten errores. Y sentirse atemorizado de cometer errores hace que las personas no quieran hacer nada. Ponemos demasiado énfasis en la necesidad de sentir que estamos en lo correcto y en el temor de fallar.

    El temor de fallar y sentirse tontos es lo que hace que mucha gente deje de intentar. Debemos aprender actuando! El poder de las ideas. Quiero que la gente sepa que tiene el poder y la habilidad para tener todo el dinero que quieran. Si lo quieren. Pero el poder no está en el dinero. El poder no está fuera de ellos. El poder está en la ideas. No tiene nada que ver con dinero. La buena noticia es que no se necesita dinero, se necesitan ideas. Cambia unas pocas ideas y obtendrás poder sobre el dinero en lugar de dejar que el dinero tenga poder sobre ti.

    La fórmula ganadora.

    Los expertos dicen que los problemas familiares tienen su raíz en el hecho de que los padres imponen a sus hijos su fórmula ganadora sin respetar la propia fórmula del niño. Un buen padre necesitaría escuchar cuidadosamente y descubrir la fórmula ganadora de sus hijos. La razón de la pobreza. Mucha gente pobre es pobre porque aprende a ser pobre en casa. Dale a tus hijos poder antes de darles dinero. Buscar un mentor. La fórmula ganadora que aprendí a los 9 años es tener un mentor y aprender haciendo. Aún hoy en día, busco mentores de quienes pueda aprender. Gente que ya haya logrado lo que yo deseo lograr o bien escucho audio-tapes donde ellos me digan cómo lo han hecho.

    El mundo real. Ya sea que a tus hijos les esté yendo bien en la escuela o no, se observador y anímales a encontrar su propia fórmula de aprendizaje porque una vez que dejen la escuela y entren en el mundo real, será cuando su verdadera educación comience. Activos y pasivos. Los activos son aquellos que ponen dinero en tu bolsillo mientras que los pasivos son todos los que toman dinero de tu bolsa.

    Nuevas ideas financieras. Busca novedosas ideas financieras antes de enseñarle a tus hijos las viejas ideas acerca del dinero. Muchas personas tienen problemas financieros porque siguen utilizando antiguas ideas casi siempre aprendidas de sus padres. Creatividad financiera. Desarrolla la creatividad financiera de tus niños mientras son jóvenes. En lugar de decirles que hacer, permíteles usar su creatividad natural y déjales encontrar sus propias formas de resolver sus problemas financieros y crear exactamente el tipo de vida que desean. El secreto para ser rico. Muchas personas no logran ser ricos por una razón. Es porque han sido entrenados para pensar en términos de cobrar por el trabajo que hacen. Si quieres ser rico necesitas pensar en términos de a cuánta gente puedes servir con lo que haces. El dinero no te hace rico. El dinero no necesariamente te hace rico. El más grande error que la gente comete es pensar que tener más dinero los hace ricos. En la gran mayoría de casos tener más dinero les representa tener más deudas. Es por ello que el dinero por si no te hace rico.

    Nuestro objetivo es fortalecer la Inteligencia Financiera a través de cuatro áreas específicas:

    • Fundamentos económicos y financieros: Aprendizaje de los principales conceptos y teorías tanto del funcionamiento de la economía de un país, así como la dinámica de las finanzas personales y de las pequeñas empresas.
    • Análisis financiero: Va más allá de los fundamentos. Tiene que ver con adquirir la habilidad de "leer" lo que quieren decirnos los diferentes indicadores económicos y financieros. Transformar esos números en posibles retos a superar mediante nuestras decisiones.
    • Comprensión del Entorno: A medida que fortalezcamos nuestros fundamentos y seamos más agudos en nuestros análisis, podremos hacernos una mejor imagen de nuestro entorno económico. Ya no asumiremos a las variables que leemos en los diarios o en internet como simples números, son reflejo de una compleja realidad proveniente del desarrollo de la vida productiva de toda una región, un país o del mundo entero.
    • Ejecución de metas financieras: Los tres puntos anteriores son importantes pero por sí solos no son capaces de transformar en realidad los objetivos personales o empresariales que nos propongamos. Es la sensata fijación de metas junto con la cuidadosa elaboración de planes lo que transformarán ideas y sueños en anheladas realidades, lograrán que el éxito se manifieste también en nuestras finanzas.

    ¿Qué sucede cuando una persona se gana la lotería?

    Primero: Se enloquece, no sabe que va hacer con la x cantidad de dinero ganado.

    Y por ende cree que ese dinero es infinito y nunca se va a terminar (comienzan a gastar a manos llenas) y termina peor de como estaba antes del premio.

    Segundo: No piensa y no sabe cómo hacer que su golpe de suerte se transforme en un activo, que le genere un ingreso residual de por vida. Se limita a adquirir pasivos pensando que es activa y en muchos casos está mal asesorado. PASIVOS como: Una casa, un carro, artículos de lujo, viajes, un negocios que lo único que le da son pérdidas o sigue el consejo de un asesor bancario y habre un CDT; entre otras cosas.

    Tercero: Se vuelve arrogante y deja de lado, los valores que tenía antes del dinero. Se cree con PODER y que es dueño del mundo.

    Cuarto: En la mayoría de los casos se olvida de su familia (esposa e hijos) por darse la gran vida. Lo cual es muy triste.

    La inteligencia financiera va más allá del dinero. El dinero son solo papelitos de colores, que nosotros mismos, le dimos valor. La inteligencia financiera también implica saber que el dinero es una bendición y un medio para llegar a un fin. Y que si se utiliza bien con sabiduría se puede contribuir a que este mundo sea mejor y más equilibrado con respecto a los que tienen mucho y los que no tienen nada. Hay muchas personas que saben sobre este tema y muy buenas por cierto, pero me inclino más por los conceptos e ideas simples y fáciles de Robert kiyosaki.

    Aquí le pongo algunos ejemplos:

    Invierte en educación financiera

    Antes de invertir en activos que generen un flujo de dinero, invierte en mejorar tu educación financiera. Mantente estudiando, capacitando, leyendo libros, tomando cursos, asistiendo a seminarios, investigando en Internet, etc.

    Siempre procura aumentar tu vocabulario financiero y mejorar el conocimiento que tengas; ello te permitirá identificar, analizar y aprovechar mejor las oportunidades.

    Cuidado con las palabras

    Las palabras tienen poder, debes tener cuidado con las afirmaciones que hagas pues éstas podrían convertirse en tu realidad.

    Por ejemplo, si dices "no puedo permitírmelo", le das la orden a tu mente para que deje de trabajar y, efectivamente, nunca podrás permitírtelo; pero si en cambio dices "cómo puedo conseguirlo", entonces tu mente se pondrá a trabajar, y se esforzará por encontrar la solución, por ejemplo, una forma de ganar más dinero.

    Págate a ti mismo primero

    Cada vez que obtengas ingresos, antes de pagar a tus deudores, reserva un porcentaje de dichos ingresos, para luego invertirlo en activos que generen flujos de efectivo. Ten la disciplina para pagarte a ti mismo primero, aun cuando tus ingresos sean bajos o tus deudas sean altas.

    Ello te permitirá invertir el dinero ahorrado en activos que te generen flujos de efectivo, y la presión por pagar tus deudas te motivará a salir e inventar formas de ganar más dinero; a la vez que mejoras tus habilidades financieras.

    Motívate a hacer dinero

    Para que hagas dinero debes tener pasión, debe gustarte lo que haces, debes divertirte, debes amar lo que hagas y sentirte íntegro. Y una forma de lograr ello es motivándote a ti mismo pensando en las razones por las cuáles te gustaría tener mucho dinero y salir adelante; tus razones podrían ser, por ejemplo, poder retirarte joven y no tener que trabajar toda la vida, no ser un empleado, poder viajar por el mundo, controlar tu tiempo y tu vida.

    Cuenta con un buen equipo de trabajo

    Rodéate y contrata gente indicada, que sepa más que tú en sus áreas, y que juntas se complementen y puedan conformar un buen equipo. Uno debe saber identificar a las personas correctas, no sólo por su apariencia, sino por sus palabras. Debe identificar y contratar a estas personas, y luego saber trabajar con ellas, dirigirlas, liderarlas e inspirarlas.

    Aprende a manejar el riesgo

    Invertir no es riesgoso si primero inviertes en tu educación financiera. Tu educación financiera te permitirá detectar, analizar y aprovechar mejor las oportunidades de inversión. Aprende a asumir riesgos, pero antes de invertir, sé precavido, infórmate bien, evalúa bien la situación, y asegúrate de que el riesgo sea el mínimo posible.

    No temas cometer errores

    No tengas miedo asumir riesgos y cometer errores, pues es en los errores y en los fracasos donde uno más aprende. Debes saber ganar, aún al perder. Cuando cometas errores o fracases, sé perseverante y sigue intentando, ten siempre presente que equivocarse es parte del proceso del éxito, que no puedes tener éxito sin antes haber fracasado.

    Avanza a pasos de bebé

    Sé paciente tanto al momento de tener que elegir tus inversiones, como al momento de hacer tus negocios. Para tener éxito tienes que ir despacio, con pasos de bebé. Debes tomarte tu tiempo para ver las propuestas.

    La inteligencia financiera está vinculada estrechamente con la inteligencia emocional.

    La inteligencia financiera nos hará libres

    Cambiar los pensamientos, emociones y hábitos en torno a los conceptos del dinero, la riqueza y la prosperidad, es el primer paso en el desarrollo de la inteligencia financiera.

    La población mundial de profesionistas ha llegado a un momento en el que cada vez los individuos desean menos seguir siendo empleados de las grandes organizaciones. El sentido de fidelidad y de permanencia en un solo empleo son conceptos que comienzan a desdibujarse.

    La mentalidad que predomina hoy es la que está llevando cada vez a más personas a emprender y a generar fuentes diversificadas de ingreso, es decir, a alcanzar su independencia financiera.

    Inteligencia y libertad financiera

    • La inteligencia financiera consiste en dejar de lado la mentalidad de tener que trabajar por dinero y en crear un sistema de ingresos múltiples que trabajen para usted, como contar con un negocio propio.
    • La falta de inteligencia financiera es lo que lleva a las personas a trabajar mucho y muy duro sin ganar lo suficiente como para superar sus dificultades económicas.
    • Las personas que desean dejar de levantarse para asistir a su empleo, no por el hecho de que sean perezosas, sino de que no desean ser empleados, lo que desean es gozar de una libertad financiera.
    • La libertad financiera se mide en base a los meses que usted podría dejar pasar manteniendo su nivel de vida si deja de asistir a su empleo.
    • Pensar que es posible lograr diversificar las fuentes de ingresos, liquidar las deudas o dejar de ser empleado, parece irreal, pero no lo es. No si comienza a pensar en términos de abundancia, prosperidad y de oportunidades.

    La riqueza es un estado mental

    • Los problemas económicos que usted pueda tener no dependen sólo de su sueldo, sino también de la forma en que concibe al dinero, del modo en que se siente con respecto a él y de los hábitos que ha adquirido para administrarlo.
    • Los pensamientos, las emociones y los hábitos pueden llevar a la abundancia o a la escasez, por eso, mejor piense en términos de prosperidad, no de precariedad.
    • No olvide que si su mente crea la riqueza, sus actos la persiguen.

    Prácticas de inteligencia financiera

    Para desarrollar una mentalidad próspera, cambiar algunas creencias falsas en torno a las finanzas y la riqueza, y para incrementar su coeficiente de inteligencia financiera, Samsó propone algunas prácticas. Algunas de ellas son:

    1. Revise sus creencias. Cuestione su propio sistema para hacer presupuestos, para gastar, ahorrar y para invertir. Tal vez se dé cuenta de que algunas de sus prácticas son obsoletas pues las ha heredado de sus padres, o de que no están dando resultados reales.

    Revise también sus creencias en torno al dinero y la manera en que piensa lo hará rendir más. Justifíquelas y, si no puede, modifíquelas. Nunca es demasiado tarde.

    2. Cree otra fuente de ingresos. Al mismo tiempo que recibe ingresos de su empleo, desarrolle otros medios de ingresos. No habrá nada mejor que hacer de su afición una afición retribuida, después una verdadera fuente de ingresos y finalmente el concepto de su negocio.

    3. Páguese a usted mismo. Al llegar el día del pago, lo más común es que ya tenga pensado cómo dividir su sueldo para pagar todas sus cuentas. Pero se está olvidando de lo más importante que es pagarse a usted mismo, quien verdaderamente se lo ha ganado.

    Al recibir su sueldo, aparte el 10% y deposítelo en una cuenta en que pueda ir ahorrando para iniciar su negocio propio, después pague sus cuentas.

    4. No se resigne a la deuda. Hay quienes aceptan que la deuda es un estado permanente en vez de tratar de reducirla. En primer lugar, liquide su deuda actual. Que ésta sea su prioridad para no seguir "trabajando para los demás".

    Y para no seguir endeudándose comience a pagar en efectivo, pues la tarjeta de crédito en realidad es estar comprometiendo su trabajo futuro.

    5. Establezca objetivos de ingresos. En su presupuesto establezca la cifra que desea tener como ingresos cada año, pero no solo eso, sino que fije las acciones que lo llevarán a lograrlo.

    6. No tire sus talentos en un saco roto. Desarróllese en algo que le apasione. Convierta el conocimiento con que cuenta en un servicio, en un negocio, en dinero. Piense en qué puede ofrecer que lo haga feliz a usted y a los demás, tanto que genere flujos de dinero.

    7. Siga capacitándose. Aprenda más sobre finanzas leyendo buenos libros o asistiendo a seminarios. Aprenda de las personas que han desarrollado una inteligencia financiera y que son testimonio real de éxito.

    8. Piense en grande. Imagine su situación de vida ideal en tres años. Después comience a desarrollar un plan estableciendo plazos y entre en acción. No necesita desarrollar el plan de negocios de una gran empresa, sólo necesita un gran plan de negocios.

    Diga adiós a los gastos emocionales

    Según Raimon Samsó en su libro "El código del dinero", lograr una verdadera libertad financiera depende no sólo de la inteligencia financiera de cada persona, sino también de su inteligencia emocional.

    Usted podría pensar que todos los gastos son malos, pero no es así. El gasto bueno es aquel que se paga a sí mismo, es decir, una inversión disfrazada de gasto. Por otro lado, el gasto malo es el que se da y no se recupera nunca, es decir, un "malgasto" o despilfarro disfrazado de necesidad.

    Según Samsó, el gasto malo está muy relacionado con el gasto emocional, es decir, el que se hace para compensar una insatisfacción, cuando su terapia consiste en comprarse algo.

    Si las personas no gastaran tanto en este tipo de terapias, podrían invertir todo ese dinero, aumentar su riqueza y ser más felices, pues las compras compulsivas eventualmente llevan a un estado de culpabilidad y de endeudamiento.

    Para eliminar el gasto emocional, en un momento de debilidad cuando esté a punto de adquirir algo nuevo, pregúntese si realmente lo necesita o si sólo quiere comprarlo para sentirse mejor.

    3.3 Poder mental aplicado a las ventas de ideas

    4 Toma de decisiones

    4.1 La toma de decisiones, concepto y proceso

    Toma de decisiones La organización es un sistema de decisiones en donde la gente participa conscientemente y racionalmente, escogiendo y decidiendo entre alternativas más o menos racionales que le son presentadas. Los directivos y gerentes de una empresa son los responsables de los hombres, dinero, maquinaria, materiales y métodos a su disposición, es por ello que para determinar su uso y alcanzar los objetivos de la empresa, deben de tomarse constantes decisiones que en un momento dado, pueden tener repercusiones tanto internas (en cuanto a las utilidades, el producto, persona, etc.) como externas (relación con proveedores, la economía, el entorno, clientes, etc.) de la organización.

    La toma de decisiones es el proceso sistemático y racional a través del cual se selecciona de entre varias alternativas el curso de acción más óptimo.

    Las decisiones implican 6 elementos:

    Agente Decisorio: Es la persona que selecciona la opción entre varias alternativas de acción.

    Objetivos: Son las metas que el agente decisorio pretende alcanzar con sus acciones.

    Preferencias: Son los criterios que el agente decisorio utiliza para escoger.

    Estrategias: Es el curso de acción que el agente decisorio escoge para alcanzar mejor sus objetivos, depende de los recurso de que disponga.

    Situación: Son los aspectos del entorno que rodean al agente decisorio, muchos de los cuales, están fuera de su control.

    Resultado: Es la secuencia o resultante de una estrategia.

    Importancia de la toma de decisiones para los directivos y gerentes:

    • La toma de decisiones es una responsabilidad fundamental de la organización.
    • Incluye la adquisición de información acerca de la organización y el medio ambiente externo, la detección de limitaciones o discrepancias en la conducta y rendimiento esperado, el análisi de eventos y alternativas y la implantación de nuevos cursos de acción.
    • La toma de decisiones puede incluir la participación de los subordinados.
    • Ayuda a la organización a aprender.

    Implicaciones en la toma de decisiones:

    Racionalidad Limitada: Se debe de tener la suficiente información del problema en un ambiente concreto para poder analizarla y evaluarla, el criterio que orienta la decisión es la eficiencia que se logra maximizando resultados con el mínimo de recursos.

    Relatividad de las decisiones: Al escoger una alternativa cualquiera, implica la renuncia de las demás y la creación de nuevas situaciones y alternativas en el tiempo. Toda decisión implica hacer ciertas concesiones, pues la alternativa escogida, jamás permite la realización completa o perfecta de los objetivos comprendidos y representa solo la mejor solución encontrada en aquellas circunstancias.

    Jerarquización de las decisiones: el comportamiento es planeado siempre que es guiado por objetivos y es racional cuando selecciona las alternativas más adecuadas para lograr los objetivos; siendo estos buscados a través de las acciones de las personas y obedece entre sí a una jerarquía, en donde un nivel cualquiera es un fin de relación con el nivel más bajo y medio con los de orden superior.

    Racionalidad administrativa: implica la utilización de técnicas que facilitan la aplicación del trabajo organizado, la selección y determinación de los curos de acción más adecuados en la comunicación de las personas.

    Influencia organizacional: La facultad que tienen los participantes para decidir independientemente sobre ciertos asuntos es sustituido por la organización, pues esta les establece: División de tareas, estándares de desempeño, sistemas de autoridad canales de comunicación, entrenamiento y adoctrinamiento.

    Requisitos para la toma de decisiones:

    • Definir restricciones y limitaciones.
    • Relación costo-beneficio, especificando los rendimientos que se esperan.
    • Saber definir cuándo se utilizan los métodos heurísticos y cuando cuantitativos, aunque lo mejor es ocupar de los dos.
    • Conocer los factores internos formales de la organización (cultura, organizaciones, manuales, políticas, estructura, recursos disponibles, etc.) y los informales (políticas implícitas, hábitos, experiencia, etc.)
    • Conocer los factores externos de la organización (clientes, proveedores, economía, competencia, etc.)

    4.2 Reglas para la toma de decisiones

    4.3 Toma de decisiones y liderazgo

    4.4 Actividad integradora: Autoevaluación


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