6.2.5. Procesos ecoeficientes.

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Ecoeficiencia

La ecoeficiencia es el proceso continuo de maximizar la productividad de los recursos, minimizando desechos y emisiones, y generando valor para la empresa, sus clientes, sus accionistas y demás partes interesadas.(WBCSD, Cumbre de la Tierra en Río, 1992). Para su aplicación, la Ecoeficiencia requiere de herramientas que ayuden a los empresarios a traducir en acciones sus preceptos y a medir el nivel de eficiencia ambiental de sus organizaciones.

Entre estas herramientas, se pueden reconocer como las más importantes las siguientes:

a. Ecobalance.

b. Indicadores de Ecoeficiencia.

c. Benchmarking.

d. Sinergia de subproductos.

Ecobalance

El Ecobalance es un método estructurado para reportar los flujos hacia el interior y el exterior, de recursos, materia prima, energía, productos y residuos que ocurren en una organización en particular y durante un cierto período de tiempo.

El origen de esta metodología puede hallarse en el concepto emitido por Muller-Wenk en 1978, sobre la "contabilidad ecológica", basado en la noción de que los productos que incurren en mayores costos ambientales, deben reflejarlo mediante mayores precios.

Es similar a un balance de masas y energía e incluye tres componentes principales: el balance organizacional, el balance de proceso, y el balance de producto. El primero abarca todos los materiales y la energía que entra y sale de la empresa como un conjunto, durante un año. El segundo analiza el uso de insumos en un proceso de producción determinado; y el tercero está orientado a determinar los impactos ambientales de productos o líneas de éstos. Los tres análisis integrados constituyen el Ecobalance de una empresa u organización.

Indicadores de ecoeficiencia

El Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sustentable (WBCSD, World Business Council Sustainable Development, por sus siglas en inglés) ha desarrollado un conjunto de Indicadores de Ecoeficiencia para "ayudar a medir los avances hacia la sustentabilidad económica y ambiental en las empresas." Sus objetivos están enfocados a:

a. Evaluar internamente el desempeño de la organización. b. Servir como herramienta para la toma de decisiones.

c. Fijar metas.

d. Iniciar medidas y acciones enfocadas a la mejora del desempeño económico-ambiental.

e. Funcionar como base de las estrategias de comunicación interna y externa.

Para valorar el nivel de Ecoeficiencia alcanzado, el WBCSD propone la siguiente ecuación, que combina aspectos de valoración económica y ecológica para determinar niveles de eficiencia:

Ecoeficiencia = Valor del producto o servicio/Influencia sobre el medio ambiente

Esta ecuación puede ser utilizada para calcular diversos grados de eficiencia; sin embargo es recomendable una aproximación a dos niveles: indicadores básicos y genéricos, e indicadores específicos y complementarios para la empresa. Los primeros se refieren a las premisas sobre comportamiento ambiental internacionalmente aceptadas, mientras que la importancia o pertinencia de los segundos es variable dependiendo del giro u objetivo de cada organización. De la misma manera, el WBCSD establece tres tipos de indicadores:

a. De volumen.

b. Financieros.

c. De rendimiento.

En el primer caso se trata de medir la ecoeficiencia en función del número de unidades producidas. Los indicadores financieros se abocan a valorar riesgos o beneficios ambientales en relación a los ingresos o ventas netas de la empresa. Los últimos consideran a la ecoeficiencia en función de los servicios que el producto provee, como el rendimiento de un vehículo en número de pasajeros por kilómetro recorrido.

Los datos económicos incluyen la producción y ventas anuales, el monto de exportaciones e importaciones, y el número de empleos directos generados. Los datos ambientales abarcan, entre otros aspectos, materias primas, residuos, gasto de agua y volumen y tipo de aguas residuales, uso de energía eléctrica y combustibles fósiles, y emisiones a la atmósfera.

También se incorporan criterios de evaluación de manejo ambiental, como la adopción de sistemas de administración ambiental y programas de formación y capacitación en materia de competitividad y protección ambiental, la obtención de premios o reconocimientos en materia de desempeño ambiental, y la instrumentación de programas de preservación ambiental con la comunidad.

Finalmente, se pondera la consideración del riesgo y la responsabilidad ambiental, y el balance financiero ambiental, que valora el importa de las inversiones y gastos realizados en materia de protección del medio ambiente. Con estos elementos se lleva a cabo una calificación sobre el nivel y avance de la empresa en materia de implantación de criterios de ecoeficiencia, con base en los lineamientos que proponen los sistemas de ecoindicadores y las iniciativas de reporte sobre desempeño ambiental de vanguardia a nivel internacional.


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